Muy pronto habrá que construir un gimnasio para que se enfrenten hombres que hasta hace poco se tenían algún respeto y miedo unos a otros, y ahora se acusan de “maleantes”.

Parece que en estos casos, en la medida que los intereses económicos chocan de frente, permitirán, como reza un conocido refrán beisbolero, que “la bola pique y se extienda”.

Y hablando de cuadriláteros, se debe hacer un esfuerzo para que el boxeo se fortalezca, porque se percibe una baja en la Federación.

El boxeo se practica con más rigor y constancia en los sectores más populares, lo que constituye en una muralla para que no surjan maleantes al por mayor y detalle.

En La Victoria existe un excelente proyecto entre reclusos.

Desconozco cómo lo denominan los sicólogos, pero con la práctica de ese deporte salen a relucir las frustraciones que llevan en su interior, pero que aumenta n en las cárceles.

Ese programa debe ampliarse a otras cárceles, que como La Victoria, constituyen verdaderos infiernos.
Además, si se quiere que disminuyan los maleantes “pejes gordos”, que se les ‘donen’ cuadriláteros, a ver si desaparecen definitivamente de esta sociedad.