
Ricky Martin regresó a la República Dominicana con su nuevo show, un sinfónico que lo unió en el escenario de Altos de Chavón con la la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección del maestro dominicano José Antonio Molina en una hora y 30 minutos de concierto.
Fue pura música. Ricky Martin no usó el tiempo en contar anécdotas o tener interacciones mecánicas, sino que volcó toda su energía en las canciones que preparó para este regreso manteniendo eufórica su fanaticada que abarrotó el lugar y cantó cada tema.
Desde hombres y mujeres hasta niños había en el público coreando los 22 temas con los que dijo repasar sus casi cuatro décadas de trayectoria. Las interacciones e historias no hicieron falta, la conexión del cantante puertorriqueño con el público era palpable y su entrega parece haber complacido a sus seguidores.
Iniciando con “Pégate”, de su unplugged del 2006, y pasando de inmediato a su disco “Música + Alma + Sexo” del 2011 con “Volverás” Ricky Martin inició el concierto que se extendió durante una hora y 30 minutos, esta vez producido por el empresario artístico Gamal Haché.
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“La vamos a pasar bien esta noche. Es un gran honor para mi estar en este escenario”, manifestó Ricky Martin tras su llegada. Luego de “La bomba”, “Con tu nombre” y “Fuego de noche” terminó el primer set, se cambió de ropa y reapareció en lo alto de la tarima con “Disparo al corazón”.
Firme, elegante, bailarín, sexy y emanando una paz y tranquilidad contagiosa, conectó con su fanaticada, se acercaba a los extremos y tomaba cosas que le lanzaban; abanicos de mano, una bandera dominicana, un bouquet de rosas rojas en medio de “Te extraño”, entre otras cositas. “Gracias República Dominicana, te quiero mucho”, dijo al recibir la tricolor dominicana que delicadamente colocó en una silla.
