SANTO DOMINGO.– América Latina y el Caribe se encuentra en medio de la “Cuarta revolución industrial”, que involucra la innovación tecnológica y que requiere mejorar la productividad del sector de los servicios, invertir en capital humano y reconfigurar la normativa laboral y las políticas de protección social, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial.
Estas prioridades de política se tornan aún más urgentes ahora que la pandemia de Covid-19 está provocando la mayor contracción en la actividad económica desde la gran depresión.
La digitalización acelera esta transformación tecnológica, algo que podría hacer peligrar puestos de trabajo en toda la región de América Latina y el Caribe, y se vuelve más importante a la hora de impulsar la actividad económica en un momento de distanciamiento social.
De acuerdo con “Efecto viral: COVID-19 y la transformación acelerada del empleo en América Latina y el Caribe”, es probable que se profundicen las transformaciones laborales que comenzaron a observarse en las últimas décadas.
“Debemos repensar el futuro y no solo intentar volver al lugar donde estábamos previo a esta pandemia”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Destaca que con poco espacio para el crecimiento del empleo industrial, la modernización del sector servicios debe ser una prioridad.