Sin alharaca, el Ayuntamiento del Distrito Nacional experimenta bajo la dirección de David Collado una revolución que organismos internacionales comienzan a reconocer, al expresar que nuestro gobierno municipal es un ejemplo de transparencia y fortalecimiento institucional.

Aparte de ocuparse de los habituales problemas de la ciudad, como recoger basura, rescatar espacios públicos, remozar parques y el Malecón, y demás cuestiones rutinarias, Collado ha puesto un empeño enorme en que el Ayuntamiento funcione con la eficacia de las alcaldías del primer mundo.

Ello significa adecuadas normas administrativas, de control financiero, planeamiento y atención a usuarios de servicios.

La importancia de esto es enorme, puesto que la mayoría de los lisios de la Administración Pública, que no es solo el Poder Ejecutivo o el gobierno nacional, resultan de procesos carentes de transparencia, rendición de cuentas y consecuencias ante ilícitos.

Pero pocos se ocupan de esto, pues no se aprecia inmediatamente, difícilmente genera votos y poca gente lo reconoce. Me alegra sumarme a la embajadora Robin Bernstein, al PNUD y otros aplaudiendo a David.