Los Smartphone o celulares inteligentes cambiaron el mundo. Derribaron el trabajo de los fotógrafos de bodas, cumpleaños, documentalistas y otros. Y todo el mundo se convirtió en reportero, en algo que los teóricos han llamado periodismo ciudadano o algo así.
Quien tiene un celular inteligente puede mover el mundo, los líderes, la prensa, las potencias y las cuerdas sensibles de una sociedad. No hay que estudiar comunicación y estrategias de opinión pública en la Universidad George Washington para mover los mensajes y que éstos rueden hasta lograr acciones.
En el proyecto que hemos fundado y desarrollado, www.resumendesalud.net, a los periodistas de nuestro equipo les digo que, en las coberturas de congresos y otros eventos médicos nuestros principales competidores no son los medios de salud ni la prensa tradicional, sino los mismos galenos presentes en la actividad. ¿Por qué? Porque cada participante toma videos y fotos y los sube en las redes desde su celular y ya está rodando la información; mientras el periodista se toma su tiempo al redactar en el momento, o más tarde, o al otro día.
Hoy he visto una muestra más del poder de los celulares. Dirigentes del Colegio Médico Dominicano (CMD), con su presidente a la cabeza, el doctor Waldo Suero, ocuparon un área del edificio central del Ministerio de Salud Pública y en las primeras imágenes que ellos mismos difundieron estaban todos, o casi todos, con sus móviles a mano. Movieron el mundo. Informaron su protesta a periodistas, líderes de opinión, médicos del gremio y funcionarios claves.
Anteriormente, las organizaciones tenían periodistas o relacionistas públicos que para las gestiones de medios y prensa, pero ahora muchas de estas lo desechan porque pueden convocar prensa, redactar informaciones másicas, tomar fotos y videos desde sus celulares y enviarlas a los periodistas y líderes de opinión.
Al escribir este artículo recuerdo una reflexión del colega y sociólogo Pablo McKinney que decía que antes la prensa nacional difundía las informaciones y las redes y ciudadanos buscaban más para confirmar lo que leían, pero que ahora el panorama es diferente: los medios dan seguimiento a informaciones difundidas en las redes.
Amén, hay que recordar la Primavera Arabe, los rebelión de los reguetoneros en Puerto Rico y las protestas de la Plaza de la Bandera en República Dominicana, cuyos éxitos de convocatoria e incidencia política la debieron, en parte, a la circulación de informaciones reproducidas a través de redes sociales, WhatsApp, principalmente con los teléfonos celulares.
Así ha cambiado el mundo.
