Aunque los principales candidatos presidenciales se han ingeniado diversas formas para mantener vivas sus campañas, los candidatos a cargos congresionales no han tenido igual suerte.
Muchos de ellos se han visto imposibilitados siquiera de iniciar su proselitismo para darse a conocer, lo cual constituye una ventaja para los actuales legisladores que buscan repetir en el cargo, ya que son conocidos y han tenido contactos con la masa de votantes.
Los partidos se empeñaron en buscar ofertas nuevas y refrescantes, pero no contaban con la situación que ha generado la llegada al país del nuevo coronavirus Covid-19 y las medidas de restricción que ha tenido que imponer el gobierno para contener su expansión.
El oficialismo
La prolongación del actual estado de cosas beneficia a los senadores y diputados actuales, que en sentido general es lo mismo que decir beneficia al oficialista PLD. Los planes sociales ejecutados por el gobierno por lo regular llegan de manera equitativa, lo que de manera indirecta conviene a los actuales legisladores, pues son mostrados como gestores.
La campaña oficialmente está abierta por la Junta Central Electoral, pero en la práxis está cerrada por la cuarentena y el toque de queda, lo que da poco margen a los candidatos al Congreso menos conocidos.
