Retos para el 2025 en materia económica

Retos para el 2025 en materia económica

Retos para el 2025 en materia económica

El año 2025 presenta importantes desafíos para la economía de República Dominicana, en un contexto global marcado por incertidumbres políticas y económicas.

El retorno de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos a partir del 20 de enero próximo genera especulaciones sobre el futuro de las relaciones comerciales y financieras entre ambos países, que podrían impactar significativamente en República Dominicana.

Uno de los retos más inmediatos es la inflación global, que seguirá presionando los costos de bienes y servicios, afectando especialmente a economías con déficit en su balanza comercial y que además son importadoras netas de combustibles como la dominicana.

Aunque la inflación local ha mostrado signos de estabilización, cualquier cambio en las políticas energéticas o arancelarias de Estados Unidos podría alterar los precios internacionales de productos clave.

En este sentido, las decisiones de Trump respecto a la producción petrolera y su tendencia al proteccionismo económico podrían ser determinantes.

En el ámbito financiero, el regreso de Trump podría implicar una revisión de acuerdos multilaterales que afectan el flujo de inversión extranjera.

Aunque la economía dominicana se ha diversificado en los últimos años, las remesas y los flujos de capital estadounidense siguen siendo un componente crucial para el crecimiento económico y la estabilidad fiscal. Políticas menos favorables hacia América Latina podrían reducir estos ingresos.

En el plano interno, el país debe enfrentar retos estructurales, como la mejora de la educación, la modernización de la infraestructura y la reducción de la desigualdad.

Además, la reforma fiscal y la lucha contra la evasión tributaria serán esenciales para garantizar recursos sostenibles que permitan financiar programas sociales y de desarrollo.

Como se puede ver, 2025 plantea un panorama desafiante para República Dominicana, que necesitará adoptar estrategias proactivas y flexibles para mitigar los impactos externos y avanzar hacia un modelo económico más resiliente y diversificado.

El compromiso entre el sector público y privado será crucial para superar estos retos.



El Día

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