La revelación de la emisión del carnet denominado “Habitante Fronterizo” por parte de la Dirección de Migración ha venido a reactivar la confrontación sobre los inmigrantes ilegales, principalmente de los haitianos, tema que tenía varios meses bajo la mesa a pesar de que el presidente Luis Abinader había reclamado la intervención internacional ante la crisis que aqueja a la vecina nación.
Sin embargo, esta medida fue dejada sin efecto tan pronto surgió un “avispero” por parte de grupos que han presionado al Gobierno para que regule la inmigración con mayor dureza y en cumplimiento de lo que establece la ley. Grupos conservadores advierten que ahora la llamada “ocupación haitiana” presenta “ribetes” de peligrosidad y que urge que las autoridades adopten las medidas que sean necesarias para preservar la soberanía nacional.
Mientras tanto, persiste la indiferencia de parte de la comunidad internacional ante el agravamiento, cada vez más pronunciado, de la crisis institucional, política, económica y social en Haití.
Unir elecciones
Al proponer una reforma de la Constitución, el presidente Abinader había manifestado su interés exclusivo en la independencia del Ministerio Público.
Sin embargo, en la propuesta depositada ante el Consejo Económico y Social se desglosa el interés en unificar las elecciones presidenciales con las congresuales y municipales, además de que los miembros de la Junta Central Electoral carezcan de total inclinación partidaria. Es decir, la cosa ha cambiado.