Las autoridades de Protección Civil del estado Táchira, en el oeste de Venezuela, informaron este lunes que están buscando a un grupo de personas que habrían desaparecido durante un retiro espiritual en los Andes venezolanos.
Yesnardo Canal, director de Protección Civil Táchira, precisó que ocho funcionarios del equipo de Búsqueda y Salvamento (SAR) de la institución comenzarían este martes las labores para ubicar a las «más de 15 personas» que estarían desaparecidas en la población de La Grita, cerca de la frontera con Colombia.
«Estas personas se encuentran extraviadas desde el 22 de agosto (…) se habla de un grupo de personas de diferentes edades, entre ellas una menor de ocho días de nacida. Presuntamente se informa que habían acudido a un retiro religioso de cuatro días y para la fecha ya se han cumplido 16 días», detalló.
Las autoridades del estado Táchira han desplegado drones y perros en una zona montañosa alrededor de la población de La Grita para intentar dar con el paradero del grupo, según Canal.
Algunos reportes de la prensa local aseguran que el número de desaparecidos podría ser mayor.
«Es bien sospechoso»
Por el momento, las autoridades no han ofrecido más detalles sobre el presunto retiro religioso.
«Es bien sospechoso lo que se viene presentando con estas familias (…). Hay varias versiones, no sabemos cuál es la certera hasta que los organismos encargados hagan la investigación correspondiente», apuntó el alcalde del municipio tachirense de Jáuregui, Juan Carlos Escalante.
De acuerdo al portal local La Nación, una mujer religiosa de 57 años habría persuadido a los desaparecidos a que la siguieran a un supuesto encuentro con Dios o la Virgen en una montaña de los páramos del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza, entre los estados Táchira y Mérida.
Familiares cercanos y vecinos le dijeron al portal tachirense que la mujer es una «religiosa apasionada» y «fuera de lo común».
«Mandaba a la gente a confesarse, a ir a misa y a rezar. Decía que muchas cosas malas venían, que Cristo lloraba lágrimas de sangre por lo que todos hacemos. Que el mundo se iba a acabar», contó una persona entrevistada por La Nación.