Resultados esperanzadores en los ensayos con una vacuna universal de la gripe

Resultados esperanzadores en los ensayos con una vacuna universal de la gripe

Resultados esperanzadores en los ensayos con una vacuna universal de la gripe

El incremento en los casos de influenza se podría deber a las lluvias y la llegada de turistas con el virus, según los especialistas.

Londres.- Una vacuna que induce respuestas inmunes a un amplio espectro de cepas del virus de la gripe ha dado resultados sólidos y duraderos en ensayos clínicos en humanos, informa este lunes la revista británica “Nature Medicine».

Esta vacuna universal. basada en hemaglutinina (HA, una glucoproteína que está en la superficie del virus de la gripe), tiene el potencial de brindar protección de larga duración con dos o tres inmunizaciones, eliminando la necesidad de reiteradas vacunaciones, señalan sus investigadores de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí, en Nueva York (EE.UU.).

“Una vacuna contra el virus de la influenza que resulte en una inmunidad amplia probablemente protegería contra cualquier subtipo o cepa de virus de gripe emergente y mejoraría significativamente nuestra preparación para una pandemia”, señaló Florian Krammer, profesor de Microbiología en la citada escuela y autor del estudio.

“Nuestra vacuna quimérica de hemaglutinina es un avance importante” dado que las vacunas convencionales “a menudo no coinciden con las cepas de virus circulantes”, añadió.

La influenza estacional es un problema de salud pública, que provoca hasta 650.000 muertes cada año en todo el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, las pandemias de influenza, similares al brote actual de covid-19, ocurren a intervalos irregulares. Las vacunas contra el virus de la influenza contienen tres o cuatro cepas del virus de la gripe que responden a los virus que circulan en la población humana.

La situación es difícil en el caso de los virus pandémicos emergentes, pues estos brotes no se pueden predecir y surgen repentinamente, lo que requiere nuevas vacunas, un proceso que necesita de al menos seis meses, lo que deja a una gran parte de la población vulnerable, indica el estudio.

La vacuna quimérica HA busca corregir esta incertidumbre dirigiéndose a una parte diferente de la proteína hemaglutinina, la principal glicoproteína de superficie del virus de la influenza que se une a los receptores de la célula huésped, dice el estudio.

Las vacunas convencionales inducen anticuerpos neutralizantes que se dirigen a la parte distal de la hemaglutinina, conocida como dominio de la cabeza globular.

“Desafortunadamente, el virus puede escapar de la neutralización mutando esta parte de la hemaglutinina a través de un proceso conocido como deriva antigénica”, señaló Peter Palese, profesor de microbiología y presidente del Departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, y coautor del estudio.

“Este cambio genético, o desplazamiento, en el virus da como resultado inmunidad solo a cepas específicas del virus de la influenza, lo que requiere una nueva formulación y una nueva administración de las vacunas estacionales”, indicó.

“Nuestra vacuna HA quimérica, por el contrario, se dirige a la parte más próxima de la proteína HA, el dominio del tallo, que se ha demostrado que neutraliza ampliamente diversas cepas del virus de la influenza tanto en modelos animales como en humanos”, agregó.

Una construcción de vacuna basada en el dominio del tallo de la hemaglutinina ha sido un foco importante de los investigadores.

“Lo bueno de esta vacuna es que no solo es amplia, sino multifuncional con anticuerpos específicos del tallo que pueden neutralizar muchos tipos de virus de influenza”, enfatizó Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes y profesor de Microbiología en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai y también coautor del estudio.

El ensayo clínico de fase 1 de la escuela de Monte Sinaí evaluó la seguridad de la vacuna en 65 participantes en EE.UU. y encontró que produce una fuerte respuesta inmune que duró al menos 18 meses después de la vacunación EFE.



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