Cuatro atletas dominicanos han llenado de gloria a su país haciendo historia al ganar medalla de oro en el Mundial de Atletismo en la categoría 4 x 400 metros mixto.
La hazaña ha sido lograda por Fiordaliza Cofil, Alexander Ogando, Marileidy Paulino y Lidio Andrés Féliz.
Los felicitamos por ese gran logro, fruto del sacrificio y entrega, pero en especial porque lo han hecho representando su Patria. Han puesto en alto el nombre de la República Dominicana, aquella que se fundó sobre el esfuerzo de muchos hombres y mujeres de bien.
Este miércoles, tres de ellos continúan compitiendo en su camino en la búsqueda de más logros y gloria para el equipo dominicano de atletismo que compiten en Oregón.
Lo triste de este episodio es ver como esa presea dorada también ha servido para sacar a relucir lo más ruin de un grupo de malos dominicanos que son poco más que una vergüenza nacional.
Han cuestionado y hasta denostado a atletas por ser hijos de padres haitianos, pero no les ha importado que otros atletas hijos de padres de otras nacionalidades e incluso nacidos en el extranjero hayan representado con igual dignidad nuestro país.
Han mostrado su lado más repugnante.
Su actitud nada tiene que ver con políticas migratorias, seguridad nacional o cosas que se les parezca.
El propio Duarte, cuyo nombre ponen tanto en su boca, estaría repudiando ese accionar discriminante e irracional.
Gracias a cada deportista que representa con dignidad a este país, que es de todos los dominicanos, incluyendo aquellos que nos avergüenzan por sus actitudes y actuaciones.