El mundo de hoy tiende a la especialización en cada rama de la actividad humana. Así lo vemos, por ejemplo, en la ciencia médica, que tiene una especialidad para cada órgano del cuerpo humano, para cada dolorcito de cabeza, para cada diente y para el dedo gordo del pie derecho.
Del mismo modo se especializan los economistas, los ingenieros, los abogados, los mecánicos, etcétera, etcétera.
Los ladrones no se quedan atrás y también se especializan. Así tenemos los ladrones nocturnos en casas de familia, los simples atracadores callejeros con un motorista cómplice, los ladrones bancarios y los ladrones de celulares, para citar solo algunas modalidades.
Dentro de la especialidad de ladrones de automóviles, hay varias subespecialidades, como las de ladrones de radios y equipos de sonido, ladrones de tapabocinas, ladrones de parrillas, ladrones de espejos retrovisores, ladrones de neumáticos
Lo grandioso del caso es que, si a usted le han robado uno de esos detalles de su carro, no debe dirigirse a la Policía (porque ahí no va a ocurrir absolutamente nada), sino vaya a los alrededores de las calles Moca, 17 y 20, donde sin ningún género de duda encontrará un repuesto adecuado, ¡y cuidado si el que le oferten no es exactamente el que le robaron a usted mismo!
¿De dónde sacan los tigres que manejan esos negocios los susodichos repuestos? Saque usted la cuenta. Mientras tanto, la Policía no se da cuenta de nada