SANTO DOMINGO.- El Gobierno dominicano anunció la posposición para el próximo año de la Décima Cumbre de las Américas, que estaba prevista celebrarse en Punta Cana, decisión adoptada en medio de un ambiente de tensión en el continente debido a movimientos bélicos de Estados Unidos en la región del Caribe.
La decisión fue consensuada con los principales socios del país, incluido Estados Unidos, impulsor original del foro, así como con representantes de organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo con el comunicado oficial, todos los recursos invertidos hasta la fecha se mantendrán y servirán para la organización del evento en su nueva fecha, incluyendo las reuniones hemisféricas ya planificadas.
El Mirex explicó que, al asumir la responsabilidad de acoger la Cumbre en 2022, no eran previsibles las profundas divergencias políticas que hoy dificultan el diálogo hemisférico. A ello se suma el impacto de los recientes fenómenos climáticos que afectaron gravemente a varios países del Caribe, un factor determinante en la evaluación final.
República Dominicana presentó su candidatura como sede durante la Novena Cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles, California, en junio de 2022, y fue aprobada por aclamación de la Asamblea General de la OEA en Lima, Perú.
Desde entonces, el país ha cumplido con los compromisos logísticos y diplomáticos necesarios para garantizar el éxito del evento, destacando el esfuerzo coordinado entre el Gobierno dominicano, organismos multilaterales y representantes de la sociedad civil.
La posposición también permitirá ampliar las consultas para incluir a nuevos gobiernos democráticamente electos en la región y fortalecer el espíritu de cooperación continental.
El Gobierno agradeció el respaldo de los países aliados y reiteró su compromiso con el multilateralismo, la buena vecindad y la integración regional, subrayando que la decisión “no enfría las relaciones” con ningún socio ni altera la voluntad de diálogo que caracteriza la política exterior dominicana.
La presencia reforzada de unidades militares de Estados Unidos en aguas y bases estratégicas de la región ha sacudido al continente americano, generando preocupación en torno a la estabilidad regional y crearon un ambiente tenso, que ponían en cuestionamiento la factibilidad de la realización de la Cumbre de las Américas, programada para el 4 y 5 de diciembre en República Dominicana.
Los movimientos militares estadounidenses, oficialmente justificados como parte de operaciones antinarcóticos, han reavivado viejas suspicacias políticas. Varios países latinoamericanos consideran que detrás de estas maniobras existe una intención de presión geoestratégica hacia gobiernos que mantienen tensiones con Washington, como Venezuela, Cuba, Nicaragua y más recientemente Colombia.
 En ese contexto, las tensiones amenazan con fracturar la unidad hemisférica justo antes de la cita diplomática más importante del continente.
Un reciente informe de Reuters reveló que Estados Unidos ha iniciado trabajos de modernización en una antigua base naval en Roosevelt Roads, Puerto Rico, inactiva desde la Guerra Fría. Las obras incluyen la repavimentación de pistas y la rehabilitación de calles de rodaje, además de la construcción de nuevas instalaciones logísticas y de comunicaciones.
El reporte agrega que también se desarrollan proyectos de infraestructura militar en aeropuertos civiles de las Islas Vírgenes y otras zonas estratégicas a menos de 800 kilómetros de Venezuela, lo que refuerza la percepción de que se trata de una preparación operativa de gran alcance. En paralelo, unidades navales de gran calado han sido avistadas realizando maniobras en el Caribe oriental, incrementando el clima de tensión.
El epicentro del conflicto
Los dos países más expuestos en este tablero de tensiones son Colombia y Venezuela, cuyos presidentes han sido acusados por Washington de facilitar operaciones vinculadas al narcotráfico. Colombia es el principal productor de hoja de coca y Venezuela como presunto corredor de distribución hacia el Caribe y Centroamérica.
Una versión publicada por el Miami Herald sostiene que el presidente estadounidense Donald Trump habría considerado la posibilidad de atacar objetivos militares venezolanos, aunque esa información no ha sido confirmada oficialmente. Lo que sí se ha corroborado es la autorización presidencial para que la CIA intensifique operaciones encubiertas en territorio venezolano, un hecho que ha elevado las alarmas en la región.
En los últimos meses, República Dominicana ha recibido visitas de alto nivel de autoridades del Comando Sur y del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos, evidenciando el interés de Washington por reforzar su presencia y cooperación en el Caribe.
El 8 de agosto, el vicealmirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur, sostuvo reuniones con el ministro de Defensa dominicano, Carlos Antonio Fernández Onofre, y recorrió el centro C5i, dedicado al comando, control, ciberseguridad e inteligencia. Ambas partes reafirmaron su compromiso con la interoperabilidad militar y la seguridad regional.
Poco después, el 23 de agosto, una delegación conjunta del Departamento de Defensa y del NSC visitó Santo Domingo para discutir estrategias de defensa y coordinación hemisférica. Estos encuentros coincidieron con la llegada a la capital dominicana de la nueva embajadora de Estados Unidos, Leah Francis Campos, confirmada por el Senado a finales del año pasado.
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Dayana Acosta
Periodista dominicana con maestría en Comunicación Corporativa y Gerencia Hospitalaria y Seguridad Social. Apasionada de la investigación y de contar historias con propósito.