La Feria de Turismo de Madrid (FITUR) no sólo mostró que República Dominicana es una potencia turística en la región, sino que se ha convertido en un destino atractivo para la inversión extranjera.
Los capitales miran hacia este país por su estabilidad económica, su potencial de crecimiento, pero sobre todo por su paz social y madurez política.
Los funcionarios presentes en Madrid y altos ejecutivos bancarios no sólo atendían inquietudes en materia de inversión turística. Empresarios extranjeros se interesaban en diversas posibilidades de negocios en un país que por años ha mantenido un crecimiento económico por encima del promedio de la región, pero que sobre todo genera confianza.
Otro buen indicador lo representa la cantidad de extranjeros que han instalado en República Dominicana su segunda vivienda, con vocación de ser la primera.
Otro elemento de curiosidad era la rápida recuperación y la resiliencia mostrada por la economía dominicana, condiciones que se exhibieron en el panorama mundial posterior a las crisis de la pandemia del Covid-19 y el fenómeno inflacionario por los problemas de la logística del comercio internacional y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Conocer esas virtudes y la valoración de la inversión extranjera no es para regodearnos o como instrumento de propaganda, sino para preservar los atributos de la estabilidad macroeconómica, la estabilidad social y la madurez política.
