
Santo Domingo. – República Dominicana se destaca como una estrella del crecimiento económico en la región, impulsada por la expansión de los sectores turismo y manufactura, afirmó el Banco Mundial.
Sin embargo, persisten desafíos, entre ellos la reforma fiscal. William Maloney, economista en jefe para la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, expresó que, pese a los esfuerzos del Gobierno por reducir el déficit fiscal, la reforma tributaria sigue siendo una tarea pendiente.
“En República Dominicana el déficit fiscal se está gestionando; hay algunas piedras en el camino, como la reforma fiscal, pero seguimos apostando a los esfuerzos del Gobierno en ese sentido”, señaló el funcionario del organismo internacional al ser consultado sobre el manejo de la deuda pública del país.
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El experto ofreció estas declaraciones durante la presentación del informe “Emprendimiento transformador para el empleo y el crecimiento”, el cual estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de República Dominicana crecerá un 3 % en 2025, lo que representa una disminución respecto al 5.0 % registrado el año anterior.
En cuanto a las proyecciones regionales, el informe indica que, aunque se prevé que la tasa de crecimiento de América Latina y el Caribe (ALC) aumente ligeramente del 2.2 % en 2024 al 2.3 % en 2025, esta mejora marginal oculta revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento para muchas economías de la región.
La trayectoria de crecimiento continúa condicionada por desafíos estructurales persistentes y un entorno global más limitado, por lo que ALC vuelve a situarse entre las regiones de menor crecimiento del mundo. Argentina experimenta una notable recuperación económica en 2025, destacándose tras dos años consecutivos de contracción, gracias a la recuperación de las exportaciones agrícolas luego de la grave sequía de 2023, así como a la mejora del consumo y la inversión privada apoyados por el plan de estabilización gubernamental, que ha coincidido con menor inflación y superávit fiscal.
Colombia también mostrará un desempeño más sólido que en 2024, impulsado por la recuperación del consumo y la inversión privada a medida que se modera la inflación. En contraste, se prevé que el crecimiento de México se desacelere en 2025 debido al agotamiento del impulso de los grandes proyectos de infraestructura pública y al impacto de los nuevos aranceles estadounidenses sobre la demanda externa. Brasil también enfrentará una desaceleración, afectado por políticas monetarias restrictivas y un limitado apoyo fiscal que pesan sobre la inversión y el consumo.
Por su parte, Chile y Perú registrarían una expansión moderada: el primero se beneficiará del fortalecimiento del consumo privado y las exportaciones mineras, mientras que el segundo verá un impulso por nuevas inversiones en minería, aunque el crecimiento del consumo general podría moderarse.
El bajo crecimiento de ALC frente a otras regiones refleja obstáculos estructurales profundamente arraigados, deficiencias institucionales, regulaciones excesivamente complejas, falta de incentivos al emprendimiento, carencias en infraestructura y déficits en capital humano.
Según el Banco Mundial, superar estas limitaciones será esencial para que la región aproveche las oportunidades de la transición energética y fomente economías de aprendizaje que impulsen un crecimiento sostenible. En general, el consumo privado seguirá siendo el principal motor de la demanda agregada en 2025, apoyado por la moderación de la inflación y la resiliencia de los mercados laborales. No obstante, la inversión moderada y las altas tasas de interés reales continuarán limitando el dinamismo económico regional.
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Dilenni Bonilla
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con diplomados en Comunicación Estratégica, Economía, Finanzas y Fondos de Pensiones.