Varios altos funcionarios ucranianos han dimitido en medio de una reorganización gubernamental ordenada por el presidente Volodymyr Zelensky.
Un asesor presidencial clave, el viceministro de Defensa y el fiscal general adjunto han dejado sus cargos este martes.
Es posible que otros altos cargos también abandonen sus puestos, según ha anunciado Zelensky, decidido a tomar medidas drásticas contra la corrupción.
Zelensky responde así a una «demanda pública clave«, y es que la justicia debería aplicarse a todos, según señaló uno de sus principales asesores, Mijailo Podolyak.
Esta campaña contra la corrupción se produce después de que medios ucranianos informaran de que el Ministerio de Defensa del país pagó precios inflados por el suministro de alimentos a una empresa relativamente desconocida. Asimismo, otro ministro fue arrestado el lunes acusado de recibir sobornos.
Zelensky ya ha prohibido a los altos funcionarios del gobierno salir del país a menos que se trate de asuntos oficiales del Estado.
Los escándalos
El primero en renunciar el martes fue Kirilo Timoshenko, el subdirector de la oficina del presidente, quien supervisó la política regional y había trabajado anteriormente en la campaña electoral de Zelensky.
Timoshenko ha estado implicado en un escándalo relacionado con el uso de vehículos de lujo.
Desde que Rusia lanzara su invasión de Ucrania el pasado febrero, se ha convertido en un portavoz frecuente del gobierno. En una publicación de Telegram, Timoshenko agradeció a Zelensky por «la oportunidad de hacer buenas obras todos los días y cada minuto».
El viceministro de Defensa, Viacheslav Shopalov, también ha dimitido después de que se informara de que fue él quien se encargó de supervisar el controvertido acuerdo para el suministro de alimentos para el ejército. Según su departamento, se trató de un «error técnico» en el que ningún dinero había cambiado de manos.
El propio ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, ha sido objeto de escrutinio por la misma razón.
El fiscal general adjunto, Oleskiy Simonenko, también fue destituido de su cargo «según su propio deseo», anunció su oficina.
Historial adverso
La corrupción no es algo nuevo en Ucrania. En 2021, Transparencia Internacional clasificó al país en el puesto 122 de los 180 de su ranking de Estados corruptos.
Precisamente, la mano dura contra la corrupción es una de las demandas clave de la Unión Europea (UE) si el país quiere avanzar en su solicitud para unirse al bloque.
En un discurso el pasado domingo, Zelensky prometió que «no se volverá a los tiempos de antes, a la forma en la que solían vivir algunas personas cercanas a las instituciones estatales».
El día antes, el viceministro de infraestructura de Ucrania, Vasil Lozinskyi, fue arrestado acusado de haber aceptado un soborno por valor de más de US$350.000 por el suministro de generadores eléctricos. Él ha negado los cargos.
David Arajamia, líder del partido de Zelensky, Siervo del Pueblo, ha prometido que los funcionarios corruptos podrían acabar en la cárcel.
«Los funcionarios de todos los niveles han sido advertidos constantemente a través de canales oficiales y no oficiales: concéntrense en la guerra, ayuden a las víctimas, reduzcan la burocracia y dejen de hacer negocios dudosos. Muchos de ellos han escuchado, pero algunos, desafortunadamente, no lo hicieron», aseguró en un comunicado publicado en Telegram.
«Si (la advertencia) no funciona de manera civilizada, se hará de acuerdo con las leyes de la guerra. Esto se aplica tanto a las compras recientes de generadores como a los nuevos escándalos en el Ministerio de Defensa».
Según una información del periódico ucraniano Ukrainska Pravda, los jefes de cuatro administraciones regionales -Sumy, Dnipro, Zaporizhzhia y Jersón- podrían ser los siguientes en seguir a Timoshenko, debido a sus vínculos con el asesor presidencial.
Si bien ha habido reformas anticorrupción en los últimos años, hay mucho en juego para Kyiv, que está recibiendo miles de millones de dólares en ayuda financiera de los aliados occidentales.