A muchos sorprendió el anuncio del Vaticano de la aceptación de la inesperada renuncia del nuncio apostólico Ghaleb Mousa Abdalla Bader.
No fue un nuncio muy mediático, pues llegó a República Dominicana en 2017 sin siquiera hablar español, lo que pudiera explicar su escasa presencia pública. Su renuncia podría deberse a varias razones.
La primera es que los nuncios tienen la posibilidad de acogerse a la renuncia por edad al llegar a los 70 años, diferentes a los obispos que es a los 75 años según el derecho canónico.
También pudo haber pesado que al no ser un diplomático de carrera y que había desarrollado vida postoral en la diócesis de Argel, el cambio de misión puede que no le sea tan llevadero y por eso acogerse a la renuncia a los 70 años es una posibilidad.
También pudo haber pesado que se le haya propuesto ir a un destino en el que no se sintiera en disposición de atender y para no negarse o pedir otra sede, prefiriera acogerse a la renuncia anticiplada.
Su llegada a RD
La primera sorpresa con este nuncio fue cuando se anunció su designación, pues venía del medio oriente, con especialidad en diálogo interreligioso y sin dominar el idioma español.
Ningunos de esos puntos le hacían fácil su misión en República Dominicana, pero además, no respondían a necesidades propias de la relación del Vaticano con el Estado dominicano y para atender las situaciones del episcopado dominicano y puertorriqueño.