Carolina del Norte, EE.UU.-Una coalición de clérigos entabló demanda en corte federal contra la prohibición constitucional al matrimonio gay en Carolina del Norte con un argumento inusual: dijeron que ésta viola su libertad de religión.
Los clérigos alegaron en su demanda que quieren casar a personas del mismo sexo en sus congregaciones, pero que no pueden hacerlo debido a la “ley injusta”.
Su abogado, Jake Sussman, dijo que es el primer caso entre los más de 60 similares entablados en las cortes federales que pide la legalización del matrimonio gay basado en la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad religiosa.
“Las leyes de matrimonio de Carolina del Norte son una afrenta directa a la libertad de culto”, dijo el reverendo J. Bennett Guess, pastor de la Iglesia Unida de Cristo, con sede en Cleveland, que es una de las demandantes.
“Lo más importante en nuestra opinión es que una persona que ingresa a la vida comunitaria de la congregación de la Iglesia Unida de Cristo pueda recibir la atención pastoral y la igualdad de oportunidades de asistir a los servicios religiosos provistos por el clero”. Pero en Carolina del Norte, los clérigos enfrentan frecuentemente una decisión preocupante: “proporcionar esos servicios o violar la ley”, dijo Guess.
“Eso es algo con lo que ningún miembro del clero se quiere enfrentar”. Junto con la Iglesia Unida de Cristo, la cual tiene más de un millón de feligreses, fueron listados como demandantes una decena de miembros del clero y parejas del mismo sexo.
Entre los demandados está el secretario de Justicia de Carolina del Norte Roy Cooper, varios fiscales de distrito y cinco funcionarios de registro civil. Noelle Talley, una vocera de la oficina del secretario de Justicia, dijo que los funcionarios de la dependencia no habían visto aún la demanda.
Laura Riddick, funcionaria del Registro Civil del Condado de Wake, dijo que le impactó enterarse que fue mencionada como acusada. Su oficina maneja licencias de matrimonio.
“Es ridículo que sea demandado un registro civil por el matrimonio de mismo género, lo cual es un asunto de ley estatal, no política de condado. Sólo la Legislatura o las cortes pueden cambiar la ley.
Nuestro trabajo como administradores del condado es aplicar la ley como está, de la misma manera que aplicaremos la ley si cambia. Demandarnos desorienta al público, gasta dólares de los contribuyentes del condado y crea conflicto innecesario”, subrayó.