Juan Carlos Pichardo y Beba Rojas en una escena de la obra.
Santo Domingo.-La obra “Relatos borrachos” es una profunda reflexión sobre la problemática del consumo irresponsable de alcohol, que puede convertirse en una enfermedad y afectar a toda la familia, llegando incluso a destruirla.
La producción dirigida por Ramón Santana, con las actuaciones de Juan Carlos Pichardo, Beba Rojas y María Angélica Ureña, es un carrusel de emociones que nos lleva de la risa al llanto, mientras promueve el consumo responsable de alcohol.
Parte de una escena de la pieza teatral.
“Relatos borrachos” del dramaturgo venezolano Enrique Salas, ha tenido una temporada de 12 presentaciones en la sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito. Este 29 de septiembre volverá en una función extra, pautada para las 6:30 de la tarde.
Juan Carlos Pichardo, Beba Rojas y María Angélica Ureña alcanzan roles brillantes en esta historia, en la que presentan una gama de personajes divertidos, despechados y enamorados.
Cada uno de los personajes con sus diferentes relatos y personajes tocan nuestras fibras y nuestras emociones, porque el alcoholismo es algo que prácticamente afecta a algún miembro de nuestras familias o amigos muy cercanos, cuyos dramas nos laceran y nos afectan.
Aunque no deja de ser una comedia de humor cargada de satírica, aborda con responsabilidad “adicción”, en este caso al alcohol y la droga, evidenciando como este problema de salud mental destruye la vida de quienes corren sin desenfreno detrás del placer y diversión.
La pieza teatral ha tenido buen éxito.
La obra cuenta con una escenografía glam tropical a cargo de Fidel López.
La asistencia de dirección de Madison Díaz, iluminación de Ernesto López, vestuario de la diseñadora Ana Lucía Roque; musicalización y mezcla de sonido, Yovanny Martínez Gómez y Francisco Caamaño; asistencia coreográfica de Dayme del Toro.
Actores
— Protagonistas
María Angélica Ureña expresó que “la obra toca un tema sensible que ha pasado desapercibido en nuestra sociedad”. Juan Carlos Pichardo entiende que “más que una obra teatral es una enseñanza de vida”.
*Por CARMEN LUZ BEATO
