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Relación causal entre pérdida de empleo y el delito

Por: Tomás D. Guzmán Hernández

La correlación existente entre el empleo y el bienestar de la familia y la sociedad es uno de los pilares que sostiene la democracia dominicana sin lugar a duda. La pérdida del mismo en el sector manufacturero (zona franca) y otros como resultado de la competencia internacional repercute sobre la salud del sistema.

El crecimiento del narcotráfico, es una de las variantes más temida dado un conjunto de factores: geográfico, de miseria social de nuestros barrios y sectores carenciados, de la falta de empleo y oportunidades, bajos niveles educativos que dificultan acceso a la formalidad, de país puente receptor y consumidor, de rutas interconectadas, de la corrupción pública-privada, de las infraestructuras que facilitan entrada y salida etc., etc.

La globalización y el narcotráfico es tal que en una entrevista realizada por la revista Rolling Stone que envió a Sean Penn actor y cineasta le preguntó a Joaquín Loera “El Chapo” Guzmán cómo había ingresado al mundo de las drogas, él respondió “ en mi región no hay oportunidades de empleo” Gary Becker premio nobel de economía 1992 “por sus análisis microeconómicos y el dominio del comportamiento de las relaciones humanas” precursor del estudio económico de la conducta delictiva y el Chapo coinciden en este punto de que las oportunidades económicas guardan relación con la conducta delictiva.

Otro estudio de los economistas Melissa Dell profesora de economía de la Universidad de Harvard, junto a Benjamín Feigenberg de la Universidad de Illinois Chicago, y Kensuke Teshima Universidad de Hitotsubashi concluyó que la pérdida de empleos manufactureros en México, debido a la creciente competencia comercial con China en el mercado estadounidense ha sido un factor importante en el aumento de la escalada de violencia relacionada con la droga en los últimos años.

Los conflictos del narcotráfico en los últimos diez años o quince años en el país han ido aumentando y se han convertido en un epicentro de la violencia y asesinatos que vemos en la prensa que ya ha cobrado decenas de muertos y muchas encarcelaciones de narcos internacionales atrapados en operaciones para transportar drogas hacia EU y Europa donde tienen como destino estas drogas.

La relación entre una economía débil y la violencia urbana es un tema trascedente en lo que atañe a las políticas del presidente y el combate a uno de los principales flagelos que destruye nuestra juventud y el clima de inversiones sanas. Por tanto, la creación de empleos es uno de los pilares de la plataforma para reducir la violencia por drogas y el robo. Gran parte de la violencia de hoy se concentra en las áreas urbanas de las ciudades principales.

Si bien el comercio internacional ha beneficiado mucho las economías en desarrollo como la nuestra no son menos ciertas que la pérdida de empleos producida por la competencia internacional que provoca el traslado de empresas puede acarrear grandes costos sociales.

Para lograr una mayor integración internacional sostenible es preciso crear enfoques innovadores que aborden los retos de una demanda de productos tecnológicos que nos permitan diversificar nuestra oferta en los mercados.

Hay pocos estudios referentes a la pérdida de empleo y el delito o sea entre oportunidades laborales y violencia delictiva en áreas urbanas una tarea que podría ser de mucha utilidad en la economía. Gran parte de los estudios sobre este tema se centran en los países industrializados con instituciones fuertes o en conflictos rurales en economías subdesarrolladas.

En estudios sobre insurgencia rural se identificó una fuerte relación causal entre oportunidades económicas y conflicto y delito (estudio de Dube, García Ponce y Thom, en 2016 “Los legados de la guerra de independencia y la revolución sobre la violencia criminal en México). “Hay motivos para pensar que el vínculo entre la pérdida del empleo y el aumento de la violencia delictiva sea más claro en las economías pobres con debilidades institucionales incluso en México con sus mercados laborales urbanos más desarrollados, que en las economías avanzadas” estudio de Melissa Dell.

La delincuencia en RD y los atracos diarios que presenciamos ¿no será producto de la falta de oportunidades, del desempleo, del consumo de drogas? Por otra parte, tenemos una justicia débil que permite a los delincuentes salir por vías pocos espurias y que permite la reincidencia de muchos, tornando las calles nuestras en campo de inseguridad para el ciudadano de a pie.

La delincuencia crece a medida que crece el desempleo, y la competencia internacional contribuye, ya que numerosas empresas emigran buscando rentabilidad. Esas competencias socaban las oportunidades de empleo locales fenómeno que se verifica en las zonas francas de exportación en textiles. Si vemos al interior puede afectar desproporcionalmente a hombres jóvenes menos capacitados lo que se traduce a una alta propensión de este subgrupo a involucrarse con actividades delictivas.

Este hecho se complica con la presencia de bandas transnacionales de narcotráfico además de incrementarse los homicidios en municipios donde se conoce la penetración de estos grupos. Esto pone de manifiesto la vinculación entre organizaciones delictivas que propician la correlación entre las condiciones de desempleo laboral y la violencia delictiva.

Con el pasar de los años una parte de la juventud se vuelca en actividades fuera de la ley en lugar del empleo formal, porque ante el endurecimiento del mercado laboral local, el narcotráfico se vuelve una actividad redituable. Al disminuir el costo de oportunidad de conseguir empleo las bandas capturan a estos jóvenes que ganan traficando drogas, actividad que mueve grandes de recursos.

Es necesario mapear aquellos municipios donde disminuyen las oportunidades de empleo que son blancos fáciles para estas actividades ya que por lo regular registran grandes incautaciones de cocaína, lo que sirve como barómetro ante la falta de cambios importante en las actividades económicas regulares.

Gary Becker, para quien la violencia delictiva debe verse a través de una lente que incluya incentivos económicos tenía claro que el Estado debe fortalecer una red de protección social para trabajadores desplazados que podrían reducir la delincuencia al mejorar sus condiciones de vida.

En los próximos 10 años es crucial crear suficientes plazas de trabajo ya que el desplazamiento que amenazan las nuevas tecnologías (I.A. automatización, robotización) unido a la integración económica provocan situaciones de agravamiento de no contarse con planes bien diseñados que frenen la ola delincuencial que nos abate.

Por tanto, los países deben empeñarse para garantizar un horizonte de aumento del empleo y los ingresos derivados de la globalización que se distribuya entre todos a través de una educación de primera y la capacitación suficiente para ingresar nuestros jóvenes al mercado laboral con la mayor calidad posible.

El autor es economista.Este artículo fue publicado originalmente en El Día

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Tomás Guzmán Hernández

Economista y contador público, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con maestrías en Administración Pública (PUCMM), Manejo Sostenible del Agua (PUCMM), Contabilidad Tributaria (UASD) y Riesgo de Desastres y Gobernanza del Cambio Climático (Universidad Alfonso X el Sa...

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