En las últimas semanas han comenzado a conocerse protestas y manifestaciones en diferentes barrios y provincias en demanda de obras cardinales, principalmente arreglo de calles y el suministro de agua potable.
En los sectores del Distrito Nacional y en las comunidades lejanas se levantan voces con la esperanza de llegar hasta el Palacio Nacional y así el Gobierno pueda satisfacer sus necesidades perentorias, además de empleos y hasta alza de sueldos.
Lo cierto es que el presidente Danilo Medina y su Gobierno han vivido una luna de miel en dos años de gestión gubernamental cumplidos el 16 de agosto pasado.
Mientras el caso de loma Miranda abre otro frente a la administración peledeísta, cuando la fragmentación es notoria entre quienes piden que sea declarada parque nacional y quienes abogan por su explotación a manos de la minera Falconbrigde.
¿Y los apagones?
Constituyen el mismo problema o dolor cabeza de siempre.
En los últimos días hay un recrudecimiento en la interrupción del servicio energético que se extiende por más de cinco y hasta seis horas en algunos sectores, donde sus residentes están con el grito al cielo. Esto, sin embargo, a pesar de las altas facturaciones que se reportan cada mes.