Este proceso debe ser realizado por un médico especializado en rehabilitación y supervisado por el equipo de terapistas del centro de salud.
La rehabilitación en medicina ha adquirido un sitial preponderante, hasta el punto que no es posible intervenir a un paciente quirúrgicamente si no se tiene previsto que deberá ser sometido a un proceso rehabilitador.
Eso sí, luego de este tipo de intervenciones se debe tener en cuenta que no todos los ejercicios y movimientos son válidos para rehabilitar al paciente.
Así lo asegura el doctor Francisco Bentz Brugal, médico del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación Cardiovascular del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
“En los países de gran desarrollo hacer rehabilitación es obligatorio después de un proceso de índole quirúrgico, por ejemplo en el corazón, y cada día más pacientes con insuficiencias cardíacas apelan a la rehabilitación como modelo de atención, la cual sirve para potenciar su calidad de vida”, precisa Bentz.
El rehabilitador señala que inicialmente la persona debe ser inducida a un proceso de educación, consejo nutricional, asesoría psicológica y ejercicios monitorizados estrictamente por un personal calificado.
Calidad de vida
“En el caso cardiovascular, hacer rehabilitación después de una cirugía o cateterismo puede hacer que el paciente viva más pleno, que recupere su confianza, que retome hábitos sanos o que cambie los nocivos a su salud”, asegura el galeno.
Insiste además que los ejercicios deben hacerse tomando en cuenta la condición de cada paciente, por lo que este proceso debe ser realizado por un médico especializado en rehabilitación y supervisado por el equipo de terapistas, los cuales están presentes en el Cedimat.
El especialista manifiesta que tomar estas medidas se traducirá en una disminución de los reinternamientos innecesarios, así como la tasa de mortalidad en el primer año en un 35%.
Así mismo, afirma que este proceso terapéutico hará que se produzca una rápida reintegración del paciente a la vida productiva y social. Bentz explica que quienes asisten a rehabilitación encuentran en el programa del Cedimat identificación con otras personas que tienen casos similares y se apoyan entre sí, lo que representa rápida integración, así como pérdida de los miedos comunes en los primeros días del post operatorio.
“Cuando llega la hora de la de alta, muchos no quieren abandonar el programa porque se sienten apoyados y seguros de que nuestro personal los cuida al máximo”, recuerda.
Luego de que los pacientes ya no están en el centro, se busca que puedan reproducir todo lo aprendido durante la rehabilitación en la vida cotidiana; el equipo del Cedimat se encarga de que todos tengan un nivel de conocimiento óptimo para poder ejercitarse y vivir con su enfermedad sin miedos y sobre todo, a identificar los síntomas de alarma de las complicaciones, lo mismo que aprender la importancia del ejercicio, la dieta y el manejo de situaciones estresantes en sus vidas.
El médico refirió que en este centro de salud buscan que este complejo programa se haga fácil y digerible para aquellos que han sido informados y orientados sobre el problema que padecen.
Programas
Orientaciones para pacientes
—1— Seguimiento
Se deben vigilar los efectos secundarios de algunos medicamentos habituales recetados por los médicos después de la cirugía y las interacciones de estos.
—2— Control
Después de la cirugía se evalúan los alimentos de la dieta del paciente.
—3— Asesoría
También se orienta sobre la guía de cuándo reiniciar la vida sexual sin eventualidades.
Cuáles son los mayores riesgos
Los riesgos que un paciente mal orientado re-ingrese al hospital por situaciones innecesarias, puede ser muy alto, específicamente los de males cardiovasculares, lo que se puede evidenciar en las alarmas de dolor de pecho.
Esto es, perfectamente natural en los primeros días del post operatorio, por lo que en los programas de Cedimat se hace hincapié en aprender a identificar cuando el indicador tiene una importancia clínica real.