San Salvador.–Funcionarios de Guatemala, El Salvador y Honduras acordaron realizar una campaña para “desalentar” la peligrosa migración ilegal de niños a Estados Unidos, informó ayer una fuente de la cancillería salvadoreña.
El acuerdo de impulsar la campaña de “sensibilización para desalentar la migración irregular” de los niños en el “corto plazo”, según la portavoz de la cancillería salvadoreña, Irene Sánchez, fue adoptada durante una reunión celebrada el sábado en un hotel cerca del aeropuerto Óscar Romero, 44 km al sureste de San Salvador.
La campaña se realizará a través de medios de comunicación, y en las comunidades de mayor migración intervendrán sacerdotes y pastores de “diferentes iglesias”, explicó Sánchez.
La reunión del denominado Grupo de Alto Nivel sobre los niños y adolescentes migrantes no acompañados hacia Estados Unidos celebrada el sábado fue coordinada por los cancilleres de Guatemala, Fernando Carrera, y El Salvador, Hugo Martínez, y la vicecanciller de Honduras, Diana Valladares.
Durante la cita, según un comunicado, los tres países del denominado Triángulo Norte de Centroamérica, acordaron que enfocarán el trabajo conjunto en cuatro áreas: humanitaria, migratoria, de seguridad y justicia, y de desarrollo social y económico.
Los tres países convinieron “sumar esfuerzos” para reducir el tiempo de permanencia de los niños migrantes que terminan bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en improvisados refugios.
Además se acordó que Guatemala, El Salvador y Honduras procederán a elaborar un protocolo de «atención y protección consular» para los niños en la frontera Estados Unidos-México, mientras que a nivel local se «fortalecerán» acciones de seguridad y persecución penal a los traficantes de niños.
Los funcionarios seguirán gestionando ante las autoridades de Estados Unidos “la reunificación familiar” de los niños con sus padres que ya viven en ese país.
Desde junio, el drama de la migración de los infantes fue tratado por funcionarios de los tres países con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y con el secretario de Estado, John Kerry.