Regina Angelorum, una joya arquitectónica

Regina Angelorum, una joya arquitectónica

Regina Angelorum, una joya arquitectónica

La construcción se inició a mediados del siglo XVI, con un trazado y solución estructural dentro del más puro estilo gótico-isabelino.

La iglesia monasterio de Regina Angelorum es una joya arquitectónica que refleja todos los estilos artísticos del periodo colonial.

Las primeras órdenes religiosas, enviadas por la corona española para difundir el cristianismo, franciscanos, mercedarios y dominicos, necesitaron del auxilio de las ramas femeninas, para trabajar en el mantenimiento de los monasterios e iglesias, la preparación de comidas y auxilio a menesterosos y enfermos.

Así llegaron a nuestra tierra las clarisas, rama femenina de los franciscanos. Las mercedarias y las dominicas.

El convento de estas últimas, estuvo localizado en la hoy calle Padre Billini, en el espacio ocupado actualmente por el Instituto de Señoritas Salomé Ureña.

Coro alto, con barandal de madera entrecruzada.

Esta iglesia, fue la capilla original del convento, dedicada a la Reina de los Ángeles. Muchas mujeres, nacidas en nuestra tierra, sobresalieron en e sta congregación como escritoras y poetisas, tal como la ilustre Leonor de Ovando.

El templo

El templo, construido fundamentalmente en piedras de sillería; cuenta con una hermosa cúpula de transición del Renacimiento al Barroco, realizada totalmente en ladrillo. El coro alto de dicho templo fue confeccionado en madera.

De esta forma, el conjunto está constituido por los tres más nobles materiales de construcción que ofrece nuestro país.

La erección del templo, atravesó por los diversos periodos de escasez económica que convulsionaron la isla. Los problemas se iniciaron con la ocupación de la ciudad por el pirata sir Francis Drake en 1586 y luego por el parcial abandono de la colonia por España, al trasladar la dirección del gobierno a La Habana y luego a México.

La iglesia posee una planta única rectangular que termina en un presbiterio semicircular sobre elevado. Cuenta con coro alto al que se accedía directamente desde el convento. Aún hoy se observan las celosías de madera que permitían a las religiosas participar de las celebraciones del culto, simultáneamente con los seglares, conservando la privacidad del área de clausura.

Los trabajos

La construcción se inició a mediados del siglo XVI, con un trazado y solución estructural dentro del más puro estilo gótico-isabelino de nuestra isla. Las bóvedas nervadas de la única nave están sostenidas por enormes contrafuertes en piedra, apreciándose claramente los de la fachada este que miran a la plazoleta o atrio, adyacente.

Algunos de los vanos originales que comunicaban el interior del templo con el convento, son arcos poli lobulares ojivales, similares a los construidos en la primera etapa de la iglesia del convento de Santo Domingo.

Bóveda gótica

La bóveda gótica que cubre la única nave se abre sobre el espacio de transición entre el presbiterio y el área destinada a los seglares, para permitir la sobre elevación de una enorme cúpula sobre pechinas que cuenta con cuatro ósculos de iluminación en la base de la misma, justo sobre las pechinas y coronada con una linterna para introducir mayor cantidad de luz al interior del templo.

Estos cuatro lucernarios delimitan una zona de la cúpula que podríamos considerar tambor, porque existe una continuidad espacial que no señala el cambio del tambor a la cúpula. De esta manera se introduce un nuevo concepto espacial arquitectónico que corresponde ya, al periodo barroco.

Es probable que esta cúpula resultara inspirada por la gran cúpula que corona el crucero de la iglesia de San Ignacio, hoy Panteón Nacional.

El coro alto, está sostenido por enormes vigas de madera, talladas con elementos decorativos arquitectónicos. El barandal se compone de piezas de madera entrecruzadas que recuerdan los trabajos del arte mudéjar, con el objeto de ofrecer privacidad a las religiosas de clausura.

Retablos en madera

El armonioso espacio de la iglesia es complementado por dos notables retablos en madera de marcado acento barroco. El de mayor tamaño, dedicado a la advocación del templo: María reina de los Ángeles, cuenta con una gran hornacina en donde está colocada la imagen de María, prototipo de las imágenes de vestir, propias del siglo XVIII español.

En las dos calles laterales existen dos pequeñas hornacinas con imágenes complementarías.

Sobre la pared oeste bajo el espacio de la cúpula, se encuentra un retablo de una sola calle, una gran hornacina central, contiene una talla de Jesús Pacientísimo o de la Columna, realizada en madera, del siglo XVII, de gran valor artístico, proveniente de la escuela andaluza.

Posee columnas salomónicas con aplicación de oro y policromías
En la pared este se encuentra una antigua hornacina practicada sobre el muro, en donde actualmente se coloca el Sagrario con el Santísimo Sacramento.

Está decorada con pinturas, las que fueron restauradas cuando se intervino el templo en la última década del siglo XX.

Frontispicio del altar

El frontispicio del altar, revestido de plata repujada con decoración de cuadriculas que contienen rosetones estilizados, sosteniendo un friso cuadriculado con la leyenda de la advocación del templo.

La iglesia posee dos accesos, en su fachada principal en dirección norte y un acceso lateral entre los contrafuertes de la fachada este. La monumental fachada principal es una combinación ecléctica de elementos renacentistas tratados a la manera barroca.

Presentada como un enorme retablo, en donde la zona inferior la constituyen tres grandes arcos de medio punto. Al centro, los grandes portones de acceso al templo, las zonas laterales, se encuentran cegadas.

En la parte superior, dos ventanas de sección rectangular, enmarcan elementos escultóricos estilo renacentista, en medio de dos columnas adosadas.
Hacia el oeste se levanta una graciosa espadaña rematada por un frontón triangular abierto, característico del barroco.

La teoría del portal

El portal este, de estilo renacentista plateresco, con un enorme frontón clásico soportado por dos pilastras que definen el espacio del gran portón de madera. Existe la teoría de que este portal fue realizado originalmente para la catedral de Santo Domingo y trasladado luego a Regina Angelorum.

El nuevo convento

—En la actualidad
Actualmente parte del nuevo convento es compartido en su uso por el seminario de vocaciones tardías y el comité nacional de la Soberana Orden de Malta que celebra allí reuniones y celebraciones eucarísticas.

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS, CÉSAR LANGA FERREIRA



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