Elías Brache
No se trata de una tarea fácil la que enfrentará el próximo canciller de la república.
Luego de años de dejadez en el aspecto institucional, Roberto Álvarez tendrá la tarea de encausar hacia la profesionalidad y la eficiencia una institución que ha sido desvirtuada de su naturaleza.
La buena noticia es que contará con el apoyo del presidente de la república, Luis Abinader, quien ha dado señales muy precisas de que privilegiará el aspecto institucional, apoyará las gestiones para profesionalizar el accionar del servicio público, y con ello de las relaciones internacionales.
Una muestra de esto, fue la elaboración del conjunto de acciones a tomar para devolver la impronta e importancia de la Cancillería como aliada del desarrollo del pueblo dominicano.
Así pues, en el segundo párrafo de la página 18 del programa “Una política exterior para el gobierno del cambio del PRM 2020-2024”, se lee lo siguiente:
“Para promover de manera eficaz la marca-país, proteger adecuadamente a los dominicanos en el exterior, atraer inversiones extranjeras directas, incrementar la venta de nuestros bienes y servicios, lograr mayor transferencia de tecnología, aumentar el turismo, promover los valores democráticos y los derechos humanos, y alcanzar la difusión de los valores culturales dominicanos, es esencial mejorar de manera urgente la gestión internacional del Estado dominicano. Se trata en cierto sentido de refundar la Cancillería.”
Si bien el documento completo consta de unas 101 páginas (https://www.cambiord2020.com/wp-content/uploads/2020/06/Una-Politica-Exterior-para-el-Gobierno-del-Cambio.pdf), el párrafo citado es el que condensa la naturaleza misma de la tarea a desarrollar, tanto por los aspectos delineados como por la palabra refundar.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, tradicionalmente ha sido usado como una presea política, resultando en el descuido y perversión de su naturaleza. Su adecuación y redirección hacia una institución eficiente y profesional es impostergable.
Más allá de banderías políticas, todos los que deseamos un estado eficiente, profesional y transparente, debemos estar preparados para apoyar las medidas que se tomen en ese sentido, a fin de lograr lo que se prometió: Un cambio.
En el caso de las relaciones con el exterior ya está dicho, hay que refundar Cancillería.
