No pensé que mis reflexiones sobre la llegada del invierno que nos espera a cada uno de nosotros los mortales iba a desencadenar tantos comentarios entre los lectores de esta columna.
Imposible publicarlos todos, pero tampoco puedo dejar de publicar algunos, como éste del señor Toribio Candelier:
Leí con mucha atención su reflexión Ya es invierno… del día 14 de agosto, 2013 (D.C.). Usted dice que cuando esta vida se acabe, se acabó todo y ¡otra aventura empezará!
Soy creyente. Creo en Jesucristo, el Dios encarnado, que vino a esta tierra para darle sentido y dirección a los hombres para que cuando el invierno pase, empecemos una mejor vida, una nueva vida gloriosa y eterna, si es que creemos en Cristo como nuestro salvador y Señor.
Espero que su arrepentimiento sea para salvación, según Dios… Para ello le invito a leer estas citas bíblicas:
Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación.. 2 Cor.7:10.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16.
Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6.
Tengo 68 años y siento el friíto del invierno pero tengo la esperanza y la promesa de una vida gloriosa y eterna en el cielo. Oraré por usted para que en breve pueda tener esta esperanza y esta promesa.
Doy las gracias al señor Toribio y felicito a todos los que piensan y sienten como él.