La escritora estadounidense Jennifer Armentrout afirmó que “los recuerdos, incluso los amargos, son mejores que nada”.
Siempre debemos dejar abierto el camino para los recuerdos debido a que ellos, bien asumidos, reconfortan el alma.
Los mejores recuerdos no están en las fotos ni en nuestra memoria, sin en lo más profundo del corazón.