Si acude a la playa, río o piscina o si simplemente se va a desplazar de un lugar a otro, no olvide el uso de sombreros y sombrilla, pues ofrecen mayor protección.
Durante la época del verano, las temperaturas suben considerablemente, situación que puede afectar la piel si se expone sin ningún tipo de precaución.
La deshidratación, la insolación y manchas en la piel son algunas de las afecciones más comunes que suelen ocurrir durante esta época.
Yovanna Rosich, dermatóloga de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), explica que al llegar el verano “casi todos pensamos en actividades al aire libre, por lo que es muy importante tomar medidas de protección para cuidar nuestro órgano más grande: la piel”.
La especialista destaca que debido al calor, es común que aumente el riesgo de sufrir daños en la piel, ya que la sudoración aumenta y se deshidrata la epidermis más rápido.
Consecuencias
“Entre las consecuencias que podemos tener en nuestra piel al exponerla sin las medidas de fotoprotección, tanto físicas como farmacológicas, podemos observar la quemadura solar que provoca que la piel se torne roja, caliente y puede llegar a presentar ampollas”, advierte.
También, los rayos ultravioleta pueden penetrar a mayor profundidad y favorecer el envejecimiento cutáneo (fotoenvejecimento), que se manifiesta con deshidratación, pérdida de elasticidad, arrugas superficiales y profundas, flacidez prematura, manchas oscuras, dilatación de vasos sanguíneos (telangiectasias) y además, aumentar el riesgo de cáncer en la piel.
También es muy frecuente encontrar durante el tiempo de verano, tras baños en mares, ríos y piscinas, que la piel se vuelva muy seca, áspera, descamada, opaca, e incluso llegar a presentar áreas agrietadas.
Acumulativo e irreversible
Es por esto que Rosich explica que el “bronceado” no está de moda, es un reflejo del gran trabajo que hace sobre la piel para protegerla de los rayos ultravioletas y evitar que esa radiación penetre de manera profunda a las células.
La experta advierte que el daño solar es acumulativo e irreversible, por lo que esta se debe cuidar desde una edad temprana.
“Actualmente sabemos que los cambios climáticos relacionados con el calentamiento global impactan significativamente en nuestra vida diaria, repercutiendo de esta manera también en nuestra piel, pudiendo incrementar la prevalencia de algunas patologías cutáneas, entre ellas: cáncer de piel y fotoenvejecimiento”, recalca Rosich.
Rutina diaria
La dermatóloga establece, además, una rutina de limpieza diaria, en la cual la hidratación forme parte esencial de la misma.
Como punto clave, entre ella se encuentra utilizar un jabón o “syndet” (detergente sintético), protector solar FPS 30+ adecuado para su tipo de piel, así como humectantes y antioxidantes durante la noche.
Especifica que para evitar daños considerables se debe evitar la exposición solar directa entre las 10:00 de la mañana y 4:00 de la tarde, debido a que es cuando la luz ultravioleta es más intensa. Asimismo, explica que cuando se encuentre al aire libre, use ropa que cubra su piel.
Protejer a los más pequeños
Como los niños suelen realizar actividades al aire libre, porque se encuentran de vacaciones, se deben mantener bien hidratados y aplicar protección solar cada cierto tiempo (cada 2 horas). Sobre la vestimenta, su ropa debe ser holgada y de colores claros.
En el caso de los bebés menores de seis meses, se debe evitar que reciban directamente la luz solar y protegerlos del sol con sombreros y ropa protectora.
Consejos útiles para la fotoprotección y el calor
Recomendaciones. Yovanna Rosich recuerda que la piel de los infantes es muy delicada, por lo que llama a cuidarla de manera especial en esta época estival.
Por ejemplo, los bebés de menos de seis meses no deben usar protector solar ni ser sometidos a los rayos ultra violetas.
También aconseja:
– Tomar suficiente agua varias veces al día. Entre 2.5 a 3 litros.
– Utilizar protector solar SPF 30+ que cubra rayos UVA y UVB y reaplicarlo cada dos horas.
-Usar protector solar para nadar, que debe ser a prueba de agua (protección dentro del agua durante 40-80 minutos).
– Utilizar lentes de sol polarizados (protegen los ojos, así como el área periocular).
– Usar ropa holgada, algodón preferiblemente y de colores claros.
– Aplicar protector solar 30 minutos antes de la exposición solar.
-Humectar y utilizar barra labial con protector solar en labios.