Realizan homenaje a Roberto Duvergé en 35 aniversario de su muerte

Realizan homenaje a Roberto Duvergé en 35 aniversario de su muerte

Realizan homenaje a Roberto Duvergé en 35 aniversario de su muerte

Homenaje a Roberto Duvergé.

SANTO DOMINGO. El Comité de Homenaje a Roberto Duvergé Mejía realizó este lunes un panel sobre la vida, pensamiento y legado del destacado luchador antitrujillista y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), al cumplirse 35 años de su fallecimiento.

La actividad se efectuó en el Paraninfo de la Facultad de Humanidades de la UASD y contó con la asistencia de familiares, amigos, académicos y estudiantes de la universidad estatal, así como compañeros de lucha de Duvergé Mejía, representantes de diversas organizaciones políticas, y gremios de la academia.

Las palabras de bienvenidas estuvieron a cargo del decano de la Facultad de Humanidades, Gerardo Roa Ogando y el discurso de la vicerrectora de Extensión de la UASD, Rosalía Sosa. De igual manera, habló el maestro Apolinar Méndez, secretario de Finanzas de la Federación de Asociaciones de Profesores (FAPROUASD)  y presidente del gremio en la Facultad de Ciencias de la Educación (FCE). Mientras, Raúl Guerrero habló en nombre del Comité de Homenaje a Roberto Duvergé.

En tanto, la maestra Carmen Durán abordó el tema “Roberto en la generación antitrujillista/ 14 de Junio/ abril del 1965. Asimismo, Xiomara  Peralta expuso sobre  “Roberto, educador”. A Pilar Duvergé, hija del fenecido luchador, le tocó hablar de su condición de “Padre de familia”. El panel concluyó con la ponencia de Rafael Domínguez “Roberto hoy, revolucionario socialista”.

Sobre Roberto Duvergé Mejía      

Nació el 19 de diciembre de 1928 en Santa Lucía, provincia El Seibo, en la región Este de República Dominicana. Para finales de la década de los 40, cuando viene a la capital, vive en casa de su tía Adosinda Mejía (cómplice de sus actividades clandestinas contra el régimen) y se inscribe en “La Normal” donde concluye su educación secundaria.

Continúa su labor docente en la Escuela de Artes y Oficios, en donde imparte historia. Ahí conoció a Olga Vargas, con quien se casa en el 1957 y procrean 5 hijos: Olga, Irene, Roberto, Pilar y Carolina. Poco después se gradúa de Doctor en Derecho, en la Universidad de Santo Domingo.

Roberto decía que “Yo soy un político revolucionario y por eso soy feliz en las clases de la UASD, porque me están pagando para hacer lo que me gusta y que yo lo haría como tarea revolucionaria y no como empleo”.

Fue designado miembro de la Dirección Nacional del Frente Urbano del 14 de Junio en Armas; durante la Insurrección de noviembre de 1963.

Comandante en la Guerra de Abril del 1965, encabezó el equipo de hombres y mujeres del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (MR 1J4) que dirigió la defensa de la Zona Norte, durante los días de la “Operación Limpieza”.

Después de la guerra fue enviado especial de la dirección del movimiento 14 de Junio para las conversaciones de alto nivel con el coronel Caamaño, en octubre de 1967. Junto con otros de sus compañeros, se retira de la dirección de la referida organización, en mayo de 1968.

Participa activamente en las labores de solidaridad con el coronel Caamaño, en febrero de 1973, en ocasión del desembarco guerrillero por Playa Caracoles.

En los años 1979 y 1980, a la cabeza del grupo Tendencia M-L, participa en la fundación del Movimiento Por el Socialismo (MPS), primera cristalización unitaria en el país de la tendencia socialista. Elegido miembro del Comité Central del MPS en la Asamblea Constitutiva de marzo de 1980.

A principios de 1983 se integra a la que hoy es la Fundación Manolo Tavárez, en ocasión de cumplirse el XX Aniversario de la Guerrilla de 1963.  En ese mismo año, renuncia del MPS y funda la Fuerza de Liberación Popular (FLP).

Escribió en los semanarios Nueva Fuerza y Fuerza Socialista, así como en la revista marxista Nuevo Rumbo.

Además de la docencia en aulas, Roberto dedicaba parte de su tiempo a la educación en barrios y campos. Sus alumnos lo recuerdan por su exposición sencilla, por su estilo didáctico y por su preocupación permanente por vincular la enseñanza de la historia con la lucha en curso del pueblo.

En sus últimos años de militancia, Roberto se acercó a la iglesia popular (la iglesia de los pobres) estableciendo relaciones con las Comunidades Eclesiales de Base, valorando su potencialidad y fortaleciendo las coincidencias entre los cristianos comprometidos y los luchadores marxistas.

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