SANTO DOMINGO.- A pocos días de que el gobierno dominicano desistiera de un ambicioso proyecto gestionado y acordado años atrás con la firma china Huawei para mejorar la conectividad del país, este se comprometió con el gobierno de Estados Unidos a vetar suplidores de equipos 5G que sean considerados de alto riesgo, para salvaguardar la seguridad nacional de ambos países.
En el día de hoy el gobierno dominicano, a través del ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, realizó un compromiso con el subsecretario de Estado para el Desarrollo Económico, Energía y Medio Ambiente, Keith Kratch, sobre la importancia de asegurar la infraestructura de las telecomunicaciones y de garantizar cadenas de suministros de tecnología seguras basadas en normas confiables de tecnología digital aceptadas internacionalmente, por medio de la promoción de la llamada iniciativa limpia.
Con dicha iniciativa República Dominicana se une a más de 50 países miembros de la denominada Red Limpia, de la cual unas 170 empresas de telecomunicaciones y tecnología forman parte.
Tras un encuentro realizado en privado con el presidente Abinader, el canciller declaró, “es crítico que los datos que viajan a través de la infraestructura 5G de República Dominicana estén seguros. La Red Limpia provee a los países y empresas una base confiable para garantizar la seguridad de su información más sensible.
De su lado, el subsecretario de Estado Kratch añadió que “la participación de República Dominicana en la Red Limpia allana el camino para la expansión de las inversiones del sector privado estadounidense y fortalece las garantías mutuas para socios de la región y de otras partes del mundo con ideas a fines”.
Kratch y Álvarez destacaron sobre la importancia crítica de asegurar una asociación entre República Dominicana y Estados Unidos basada en la transparencia, la reciprocidad, el respeto por la soberanía y estado de derecho. Estos principios sustentan la relación entre los dos países y servirán de guía fidedigna en el ámbito vital de la seguridad 5G.
En la reunión celebrada en un salón privado del Palacio Nacional, la cual se extendió por más de dos horas, participó la embajadora de los Estados Unidos, Robin Bernstein.