Santo Domingo.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó que el país redujo la pobreza en un 17 % en 10 años, solo con una inversión aproximada del 1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que según el banco evidencia la efectividad de los programas sociales que implementa el Gobierno dominicano.
El especialista en protección social del BID, Sandro Parodi, señaló que los programas de protección social que dirige la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño, han alcanzado en solo una década la madurez institucional que a naciones como Brasil y México les tomó 20 años.
En ese sentido, estimó que sin las ejecutorias del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli), la cantidad de personas en pobreza extrema rondaría 24% mayor a lo que es hoy en día.
Valoró que en la actualidad el 60% de la asistencia social corresponde a subidos focalizados, con relación al año 2005, cuya focalización llegaba solo al 5% “lo que indica que la República Dominicana ha mejorado en la planificación, efectividad, eficiencia e integralidad de las intervenciones estatales que buscan proteger a las familias más vulnerables del país”.
Parodi definió el alcance de Prosoli como “de cobertura claramente progresiva, lo cual, en términos de impacto, quiere decir que esa iniciativa social del Gobierno, en su evolución, garantiza que las familias que más necesitan, son las que más apoyo reciben”.
Aseguró que el gran paso dado por la República Dominicana se debe a la existencia del “Trípode de protección social”, algo único en la región, compuesto por el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), la Administradora de Subsidios Sociales (Adess) y el programa Progresando con Solidaridad (Prosoli); Instituciones que trabajan de forma integrada en la administración de los subsidios, la identificación certera de los hogares elegibles, y la estrategia de salida de la pobreza, coordinadas por la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño.
Parodi señaló que entre las focalizaciones que llegan a la población más vulnerable se encuentran los subsidios del Comer es Primero, Bonogás y Bonoluz; así como el Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE) y el Bono Estudiantil Estudiando Progreso (BEEP), que se otorgan mediante las tarjetas de Subsidios Especiales y Progresando con Solidaridad, a través de la Adess.
En ese sentido, señaló que la protección social hacia las familias más pobres ha ido en aumento a través de esos subsidios e incentivos focalizados, los que calificó como “importantes avances en la cobertura”.
Subrayó que “pese a los montos modestos (montos de los subsidios) los efectos son positivos sobre la pobreza y la desigualdad”.
Asimismo, el BID valora la “modificación sustantiva en la composición del gasto en protección social no contributiva” que realiza Siuben con el reenfoque de los subsidios sociales, lo que ha permitido focalizar el gasto social hacia la población que más lo necesita.