SANTO DOMINGO.-Con la aprobación del protocolo de operación para el sector turismo, el país recibiría entre 60,000 y 100,000 turistas para el mes de julio.
Andrés Marranzini, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), señaló que la entrada de turistas no representa una diferencia desde el punto de vista del riesgo de contagio del coronavirus COVID-19.
“Todos los científicos indican que una vez que existe transmisión comunitaria, el riesgo es exactamente el mismo. O sea, que no presenta para República Dominicana una diferencia desde el punto de vista del riesgo”, puntualizó al participar en el webinar “Después del COVID-19: recuperando las exportaciones y la generación de divisas”, organizado por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y el Observatorio Dominicano de Comercio Internacional (ODCI).
Sin embargo, Marranzini aclaró que para que esto suceda todo tiene que evolucionar de manera positiva y los mensajes fuera del país tienen que ser coordinados.
Además, sobre el marco internacional, dijo que el sector necesitará un poco más de ayuda, y es muy probable que no esté en capacidad operativa en un 100% más allá del 2020.
Destacó que el tiempo que estiman para la recuperación es entre 13 y 18 meses, “tendríamos que pasar el 2021 para recuperar números cercanos al 2018, que fueron nuestros últimos números históricos mejores”, resaltó.
En el encuentro virtual, que fue moderado por el economista Pavel Isa, profesor investigador del INTEC y director del ODCI, José Manuel Torres, vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), resaltó que hasta mayo del 2020 las exportaciones de zonas francas cayeron un 28.76%, sin embargo, las cifras reflejan recuperación al compararlas con la caída del mes anterior que fue de un 39.45%.
Sobre la cantidad de empleos, Torres indicó que en febrero había un total de 171, 863 empleados en operación y al 15 de junio la cifra se situaba en 105, 910, que equivale a 65,953 empleados suspendidos o no laborando.
Además, puntualizó que de las 700 empresas que tenían en operación, en la actualidad hay 601 operando (un 86%).
Al evaluar el comportamiento de las exportaciones, Luis Concepción, presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), ponderó que según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina y el Caribe las exportaciones se contrajeron a una tasa interanual estimada en un 3.2%, en el primer trimestre del 2020, tras haber caído un 2.2% en 2019.
Sostuvo que, en el país la contracción de las exportaciones comenzó a sentirse en el mes de marzo con una caída de 4.53% del total, en comparación con igual mes del año pasado, al pasar de 866.97 millones de dólares a 827.64 millones.
El ejecutivo de Adoexpo ponderó que, para estimular la recuperación del sector exportador será necesario una mayor coordinación pública-privada.
“Las perspectivas futuras dependen de varias incógnitas que caracterizan la evolución de los flujos comerciales en la economía post COVID-19 como, por ejemplo, los ritmos de apertura de los socios comerciales, los riesgos de que nuevas oleadas de contagios que impulsen nuevas órdenes de confinamiento y la heterogeneidad de los efectos económicos y comerciales”.
En una entrevista grabada previamente y transmitida en el webinar, Patria Bobea, directora ejecutiva de la Asociación de Empresas de Inversión Extranjera (ASIEX), resaltó que los ingresos de la inversión extranjera en República Dominicana rondan los 2,500 millones de dólares y ese nivel de ingreso se puede ver afectado por la pandemia.
“Visualizamos la disminución de estos ingresos porque a nivel global ha habido un impacto importante en el flujo de efectivo de las empresas, específicamente por una reducción de la demanda, tomando en cuenta el impacto que ha tenido el cierre de la frontera, que las exportaciones han sido golpeadas”, explicó Bobea.
Finalmente, Hugo Rivera, viceministro de Asuntos Económicos y Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), puntualizó que el país tiene retos en la parte comercial en: necesidad de acelerar los procesos de transformación digital en empresas locales, medir los daños causados a las micro y pequeñas empresas y la conjugación de la crisis sanitaria con el proceso electoral, congresual y presidencial.
Sobre las ventajas y oportunidades, refirió que en el sector minero existen proyectos varados que pueden compensar la situación, citó que las zonas francas pueden ser un gran productor de equipos médicos para contrarrestar el desabastecimiento en la región y la aceleración de un conjunto de políticas públicas que puedan impulsar la atracción de inversión.