Los dominicanos Manny Ramírez y Robinson Canó desarrollaron grandiosas carreras, pero lo dañaron con los esteroides.
Santo Domingo.-El próximo 24 de julio la matrícula de jugadores dominicanos en el Salón de la Fama de Cooperstown se elevará a cuatro cuando sea introducido oficialmente David Ortiz.
El ex toletero se unirá a los ex lanzadores Juan Marichal, Pedro Martínez y al ex jardinero Vladimir Guerrero.
Es casi seguro que la presencia dominicana se extenderá cuando lleguen los turnos del ex antesalista Adrián Beltré (2024) y el inicialista Albert Pujols, quien anunció su retiro para el final de la actual temporada.
La presencia dominicana en Cooperstown pudo ser más numerosa, por lo menos pudo haber llegado a 10, pero los esteroides cortaron esas aspiraciones.
Los cuatro dominicanos con números para ser inmortales son Sammy Sosa, Alex Rodríguez, Manny Ramírez y Robinson Canó, quienes se afectaron por su ligazón a la sustancias para mejorar el rendimiento. Aunque a Sammy nunca se le probó que haya consumido esteroides, está señalado como beneficiario del uso de sustancias y eso es suficiente para apartarlo del Salón de la Fama.
En el caso de Rodríguez al igual que Sammy nunca resultó positivo a una prueba, pero éste confesó el uso de esteroides y otras sustancias dopantes en una reunión con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Mientras que Ramírez y Canó fueron suspendido en dos ocasiones por el consumo de esteroides. Ramírez fue suspendido por 50 juegos en 2009 y luego en 2011 por altos niveles testosteronas, al utilizar una sustancia Ganodotropina Coriónica Humana para fertilidad.
En tanto que Canó fue suspendido por 80 juegos en 2018 por haber consumido el diurético prohibido “Furosemide”. En 2020 volvió a ser suspendido por la temporada completa (162 juegos) por dar positivo a estanozolol.
Tramposos
— Merma
Los dominicanos Manny Ramírez y Robinson Canó además de perder sus prestigios, dejaron ir varios millones de dólares por esteroides. Canó ha sido el más afectado al perder US$36 millones. Manny perdió US$7.7 millones.