SANTO DOMINGO.- La República Dominicana se ha visto en medio de una disputa entre China y Estados Unidos, las dos potencias que mantienen una guerra comercial y se juegan el predominio geoeconómico en la región.

El cruce verbal entre funcionarios de ambas naciones se encendió el pasado jueves cuando el director ejecutivo de la Corporación Financiera de EE.UU. para el Desarrollo Internacional, Adam Boehler, reveló que el presidente Luis Abinader dio garantías de que no permitirá inversiones chinas en asuntos estratégicos.

Durante la firma de un convenio con el cual el país tendrá acceso a 2 mil millones de dólares, Boehler resaltó que se contempla la asignación de fondos para el puerto de Manzanillo, en el cual China han mostrado algún interés.

Tras esas declaraciones, la respuesta del gigante asiático no se hizo esperar y, a través de un comunicado, su embajada rechazó las aseveraciones de Boehler, asegurando que hizo “calumnias sin fundamentos” y ataques maliciosos contra Pekín”.

“La parte china reitera que nos complace ver otros países desarrollen relaciones con República Dominicana sobre la base de la igualdad y beneficio mutuo, pero nos oponemos firmemente a cualquiera interferencia en las relaciones china-dominicanas y al uso de medidas coercitivas”, dijeron.

China

— Reacción
La embajada China argumentó que la mayor diferencia entre ellos y los EE.UU. es que siempre se han adherido al desarrollo pacífico, el respeto mutuo y no intervención en los asuntos internos de otros países.