RD avanza, hemos cambiado

RD avanza, hemos cambiado

RD avanza, hemos cambiado

Patricia Arache

República Dominicana ha cambiado mucho, para bien. Los nacidos a partir de los 90 probablemente no sepan que en otros tiempos las elecciones en este territorio del Caribe constituían una especie de guerra con manifestaciones que, casi siempre, traían consigo apresamientos, muerte, dolor y lágrimas, antes, durante y después del proceso.

El año 1994 marcó un hito en la historia política del país por un fraude electoral de tal magnitud que, incluso, propició la modificación de la Constitución de la República para introducir un transitorio que dispuso el acortamiento del período de gobierno, de cuatro a dos años, y nuevas elecciones en el 1996.

Las cosas comenzaron a ser diferentes y, desde entonces, en República Dominicana las elecciones se han convertido en lo que muchos definen como la fiesta de la democracia, aunque conscientes de que todavía faltan cosas para alcanzar la plenitud de ese sistema, definido como “el gobierno del pueblo para el pueblo”.

Los votos se cuentan el mismo día, nos enteramos de los resultados el mismo día. Quienes ganan, celebran, quienes pierden, denuncian irregularidades, sobre todo si ya antes han estado en el poder y conocen sus intríngulis, pero al final, eso no pasa de ser lo que en buen dominicano está definido como “el pataleo”, que también se escuda en las supuestas preocupaciones por el nivel de abstención.

Vamos por buen camino cuando a más de una semana de las elecciones municipales, en las que fueron escogidos 158 alcaldes, 1,164 regidores, 235 directores municipales y 735 vocales, en 16,851 colegios electorales, ubicados en 4,295 recintos habilitados por la Junta Central Electoral (JCE), solo quedan las amarguras de algunos, los memes de otros, el resabio sobre la alegada elevada abstención y el ánimo de muchos para seguir trabajando duro, de cara al proceso del 19 de mayo próximo.

Es esa fecha la que ahora importa. El 19 de mayo venidero la población dominicana está convocada a acudir nuevamente a las urnas para elegir al presidente y vicepresidente de la República, a los 32 senadores y a los 190 diputados, entre ellos, siete representantes de los dominicanos residentes en el exterior; 5 de representación nacional y 20, que estarán en el Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Ocho millones 118 mil 214 dominicanos, incluyendo más de 800 mil residentes en el exterior, que se han empadronado, están llamados a acudir a las urnas que estarán instaladas en unos 17,310 colegios electorales, distribuidos en 4,418 recintos de votación.

Sobre la población que acudirá a las urnas el 19 de mayo, hombres, mujeres y jóvenes desde los 18 años de edad, cuyo porcentaje, obviamente, será mayor al que asistió a las municipales el pasado día 18 de febrero, estará la responsabilidad del destino de la nación, de cara a la construcción de una sociedad más equitativa, productiva y desarrollada.

En el pasado proceso la Junta Central Electoral (JCE) hizo su trabajo, los partidos políticos, unos más que otros, también, y la ciudadanía, correcta y participativa, como lo es, también jugó su papel determinante.

Corresponde ahora a esos mismos actores involucrarse en un proceso de autocrítica, más que de críticas, para ver las debilidades que se pusieron de manifiesto en las responsabilidades propias y propiciar que todos volvamos a bailar en “la fiesta de la democracia” el próximo 19 de mayo, de manera que cuando concluya la jornada sigamos celebrando y proclamando a todo pulmón y con entusiasmo: ¡Viva la República Dominicana!



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