El Día 
Me identifico tanto con lo que dice el artículo publicado ayer por Juan Bolívar Díaz en las páginas de opinión del periódico Hoy, que quisiera haber sido yo quien lo escribiera.
Para dicha de los lectores, el acucioso colega se me adelantó y lo hizo, como era de esperarse, mejor de lo que yo lo hubiera hecho.
Me refiero al trabajo en el cual Juan Bolívar saca a relucir unas declaraciones recientes del jefe del Ejército al diario El Caribe, en las cuales dicho militar aboga porque se triplique el número de soldados supuestamente existente, o sea que de 20 mil se eleve a 60 mil la cantidad de guardias, sin contar los de la Marina y la Aviación, que suman otros 30,000 efectivos, y sin contar tampoco los 30,000 agentes de la Policía Nacional.
Juan Bolívar Díaz sugiere que en vez de aumentarse, las tropas del Ejército deberían más bien reducirse a la mitad, y yo digo, como se dice en el campo, poco me lo jallo.
Si la frontera se cuida con 3,000 hombres, al decir del jefe militar, ¿para qué tanta gente? Mejor reduzcan su número y páguenles mejor, para que no tengan que aliarse a los traficantes de drogas y seres humanos.
De ser por la cantidad de uniformados a sueldo con que contamos, nuestro país es el mejor cuidado, defendido y protegido del mundo.
Lo que falta por verse es quién nos cuida de los cuidadores.
Cabe aquí el refrán que dice: Del agua mansa líbrame Dios, que de la brava me cuido yo.
