SANTO DOMINGO.- El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Quique Antún, expresó su preocupación por la masiva migración de haitianos al territorio nacional.
En una carta enviada al presidente de la República, Luis Abinader, Antún planteó como solución a esta grave amenaza a la soberanía la construcción en la frontera de un muro de oportunidades, cuyo costo global, dijo, ascendería a unos 45 mil millones de pesos.
“Por el camino actual, nos encaminamos a una supremacía de la población haitiana sobre la nacional y esa situación implica la disolución de la nación dominicana, que no resistiría en su territorio una población con idioma, cultura, religión y hábitos muy distintos a los nuestros”, expresó.
Resalta que para la sobrevivencia del pueblo dominicano es determinante “que regulemos y controlemos la masiva migración de ilegales indocumentados, que es fundamentalmente haitiana”.
El presidente del PRSC le expresa al presidente Abinader que la solución del problema migratorio es la construcción de un “muro de oportunidades” que permitirá controlar, además de la migración ilegal, el contrabando de bienes y de armas, narcotráfico, trata de mujeres, el negocio de trasladar parturientas a dar a luz en el país, “y el negocio de traer miles de menores y mujeres para ponerlos a pedir en nuestras calles”.
Dice que también ayudará a frenar el tráfico de niños y de órganos, las enfermedades que penetran vía animales y personas infectadas, “así como la degradación de nuestros recursos naturales; la delincuencia y la inseguridad que diariamente generan indocumentados ilegales haitianos en todo el territorio nacional”.
“La única manera viable de parar drásticamente esta masiva migración que amenaza los fundamentos de nuestra nacionalidad, es mediante la construcción de un muro de oportunidades que establezca una barrera entre ambos países”, dice Quique Antún en su misiva.
Sostuvo que es un obra viable económicamente y sería altamente rentable “porque eliminaría grandes fugas de recursos económicos que son evadidos por la porosidad de nuestra frontera”.
Esta barrera que proponemos –agrega- debe ser al mismo tiempo convertida en una zona moral y de amortiguamiento para ambas naciones, que pueda ser bujía y motor impulsador del desarrollo de ambos lados porque la miseria no tiene fronteras y se aposenta por igual del lado haitiano como del lado dominicano.
Quique Antún explica en su carta al presidente Abinader, que si la inversión en el “Muro de oportunidades” asciende aproximadamente a unos 45 mil millones de pesos, sólo con las parturientas que dejarían de entrar a la República Dominicana, se costearía en siete años.
“Para que tengamos una idea, se estima que el país gasta más de seis mil millones de pesos al año en sólo cubrir partos de las embarazadas haitianas”, dijo.
También refirió que los costos educativos de haitianos en la República Dominicana “son descomunales”.
Dijo que de la inversión de los RD$45 mil millones que costaría el muro, RD$420 millones se utilizarán para caminos de accesos; RD$108 millones en casetas de vigilancia; RD$360 millones en sistema de video vigilancia; RD$60 millones en servidores y mobiliario y RD$315 millones en fibra óptica.
También incluye otros RD$180 millones en Centro de Mando y Control; RD$840 millones en líneas eléctricas; RD$240 millones en Centro de Datos; RD$300 millones en drones y equipamientos y RD$480 millones en sistema eléctrico.
El líder reformista resalta que lejos de la creencia de que la Patria termina en la frontera, “para nosotros es allí donde comienza”.
“Una frontera porosa, empobrecida y débil es un gran peligro para nuestra soberanía y un ancla al desarrollo nacional”, apunta.
Quique Antún destaca, además, que es urgente iniciar programas de repoblación de la frontera con asentamientos humanos, con proyectos de viviendas para la población lugareña y para las familias de militares y policías, maestros, profesionales y técnicos que decidan asentarse en la zona.
El Muro de oportunidades –indica- debe contribuir a desarrollar una zona fronteriza próspera, con infraestructuras agropecuarias, industriales, canales de riego, electrificación adecuada, sistemas de carreteras, caminos vecinales, hospitales, escuelas técnicas provechosas para la zona y potenciar las emisoras de radio dominicanas y nuestra fe Cristiana.
Además –señala- bloquear las interferencias que nos hacen las emisoras haitianas.
Manifestó, asimismo, que además del muro en la frontera con Haití, es necesario poner en práctica programas que fomenten el desarrollo integral de la zona fronteriza, que contribuyan a eliminar la pobreza extrema y a disminuir las acciones delincuenciales.
“Para lograrlo es fundamental la implementación de planes, programas y proyectos que permitan la solución de los problemas planteados integrando a la gente en la gestión de soluciones a su propia realidad”, apuntó.
El líder reformista dice en su comunicación, que quiere dejar constancia “de nuestra irrenunciable e indeclinable posición de defensa vigorosa a la Patria, el pensamiento de Duarte, a los Trinitarios, y al ejemplo heroico de tantos dominicanos que sacrificaron sus vidas en aras de que heredáramos una patria libre, soberana y cristiana”.
Es de patriotas –agregó- la reafirmación de los ideales de la dominicanidad y de la dignidad de nuestra Nación.
“Debemos evidenciar a los organismos internacionales, quienes al margen y en contra de los sueños de libertad y progreso del pueblo dominicano, quieren enajenar el patrimonio nacional con la intención de saciar mezquinos intereses del capitalismo salvaje”, expresó.
Manifiesta que hay que desenmascarar a los sectores que de manera hipócrita fingen y prometen una cosa y hacen todo lo contrario, “no permitamos que mueran los ideales y los valores que nos dan sustento y vida como Nación, que ha sabido batallar y ganar las guerras a que nos han sometido nuestros adversarios, que son definitivamente, los enemigos de los postulados por los que lucharon los Padres de la Patria”.
El líder reformista siguió diciendo que es su intención “que estas modestas ideas que hoy le escribo, sean apenas una pequeña parte de lo que convendría elaborar entre todos, cada quien aportando su roca o su granito de arena”.
Por mi parte –apuntó- me comprometo a continuar con el mío hasta convertirlo en un guijarro.
“Conviene a nuestra soberanía que tracemos soluciones integrales al complejo y riesgoso tema haitiano. Será una obra que recogerá cómo encontrar la solución definitiva a esa grave amenaza”, añadió.
Quique Antún manifestó en ese sentido, que Haití, hoy por hoy, constituye un desafío para nuestro país, “pero también representa una brillante oportunidad, de armonizar intereses en búsqueda de un beneficio común que conjure para siempre el problema de la frontera dominico-haitiana”.
“Sugiero que nosotros no estemos cerrados al diálogo, que dependa de ellos”, señaló.
Destacó, además, que “lo que está en nuestras manos es decidir si construimos un futuro promisorio para el pueblo dominicano, para nuestros hijos, nuestros nietos y para las generaciones que habrán de nacer, superando los obstáculos que a veces lucen insalvables”.
Concluyó diciendo: “O nos ponemos de pies y asumimos el reto, o la República Dominicana sucumbirá en las manos de nuestra generación. Ese es nuestro desafío».