¿Quiénes son los responsables del plástico post uso?

¿Quiénes son los responsables del plástico post uso?

¿Quiénes son los responsables del plástico post uso?

Víctor Feliz

Desde hace un tiempo venimos tratando sobre el impacto que está creando la aplicación de la Ley General 225-20 sobre la Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, tanto en la sociedad contributiva del país, en las arcas del Estado, así como en las estructuras de los ayuntamientos.

Para que vayamos comprendiendo, está muy claro que para que se dé la magia en todo este entramado y pasemos a tener un círculo virtuoso en la gestión de la ‘basura’, deben estar, por lógica, los grandes generadores.

En el artículo 3 acápite 3 de la ley de marras, se enmarca el principio sobre la Responsabilidad extendida del productor, importador y comercializador, señalando: “Los productores, importadores y comercializadores tienen la responsabilidad del producto durante todo el ciclo de vida de este, incluyendo las fases posindustrial y posconsumo”. Esto en lenguaje llano significa que aquel o aquellos que lancen al mercado, por ejemplo, una botella plástica, deben ser responsables del destino final de ese producto.

Esto es todo un hito en nuestro país, pues a pesar de que algunas empresas lo hacen hace tiempo, ahora deben ser todas las que tienen la obligación legal de hacerlo

En nuestro país para el año 2020 se producían aproximadamente 600 millones de libras de plásticos anualmente, pero la cifra alarmante es que apenas se reciclaba un 8 %.

Es decir, que el restante 92 % que corresponde a más de 500 millones de libras de plástico terminaron en exportaciones y una importantísima cantidad en cañadas, ríos, vertederos improvisados y municipales. Es vital que esta norma que por demás es revolucionaria, se aplique lo más rápido posible.

Durante mucho tiempo, todo esto fue discutido por sectores empresariales y comerciales hasta llegar al punto en que estamos.

Las acciones tomadas por grandes generadores de residuos dinamizarán la economía informal de los recicladores pues con un incentivo económico mejor retribuido se fortalecerá la cadena de valor, haciendo más interesante participar en el negocio del reciclaje.

Obviamente hay factores económicos en el mercado global que siempre trazarán las pautas para valorizar el costo de recuperación de estos plásticos. Independientemente que se consuma parte en el mercado local, China, por ejemplo, será un elemento determinante cada vez que salgan a comprar plásticos por el mundo. Cabe destacar que el 6-8 % del PIB de la manufactura nacional lo aporta la industria del plástico.

El reto no termina aquí, pues los consumidores somos el eslabón que permite que esta cadena funcione adecuadamente, haciendo un buen uso de estos residuos y disponiendo de ellos de manera responsable y correcta es la clave para que el engranaje se mantenga activo y funcional.

Hemos visto que empresas que generan masivamente este tipo de residuos colocan en espacios públicos grandes colectores de plásticos para ponérnoslo más fácil y contribuir hacia un ambiente más sano y limpio.

La educación ciudadana debería ser la punta de lanza en que deberían estar inmersas las autoridades locales y el Gobierno nacional en estos momentos en que aún existen mucho desconocimiento y confusión sobre el desafío que nos espera.

Dejemos que sea el sector privado que se encargue del negocio del reciclaje pues al final son ellos los que deben pagar los daños ambientales.

Mientras tanto, todos los que vivimos en el país, bien sea permanente o temporal, debemos participar de manera activa promoviendo el consumo responsable, fortaleciendo una cultura ambiental que nos lleve a una reducción o minimización de la generación de plásticos.

*Por Víctor Féliz