El llevado y traído caso de los engaños planificados y puestos en práctica desde las cárceles, a través de llamadas telefónicas y mensajes, nunca ha sido enfrentado de manera efectiva por las autoridades.
¿Por qué ha resultado hasta hoy tan difícil enfrentar con éxito esta forma de la delincuencia?
Ahora tenemos el caso de nuevo, esta vez desde el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, el Indotel.
Y los esfuerzos de las autoridades para ponerle freno a las maquinaciones y vías de engaño realizadas por personas que cumplen condena en presidios como el Quince de Azua, Penitenciaría Nacional de La Victoria y Cárcel Modelo de Monte Plata.
Algunos entienden que se trata de falta de voluntad. Para otros debe de haber alguna vía por la cual alguien con autoridad recibe algún beneficio de la instalación de redes de internet en recintos carcelarios.
Para otros de lo que se trata es de mamoneo de las autoridades, particularmente porque las malas acciones de los presos no las afectan.
Hace diez años, el entonces procurador Francisco Domínguez Brito inició un programa de bloqueo en el Quince de Azua y anunció su ampliación a todo el país.
Aquella promesa se quedó en el aire y ahora, desde El Pinito de La Vega, llega información de un recorrido realizado en este centro de corrección por el presidente de Indotel, Guido Gómez Mazara, junto al director de Prisiones, Roberto Hernández Basilio.
De acuerdo con el presidente del Indotel, este centro correccional cumple con las condiciones para la aplicación de su proyecto, ya que el recinto no tiene viviendas alrededor.
¿Es esta la clave? ¡Ni mamoneo ni intereses creados!
Bloquear en lugares habitados implica impedir las comunicaciones en la comunidad.