Pierluisi fue confirmado por la Cámara de Representantes, pero no por el Senado, lo que muchos de los críticos del gobierno tildan como inconstuticonal.
A las 5:01 PM de este viernes, Puerto Rico vivió la transición política más polémica de su historia.
Ricardo Rosselló hizo efectiva la renuncia que había anunciado hace más de una semana en medio un masivo movimiento popular que exigía su salida a ritmo de reggaetón.
Y para sustituirlo en el cargo del que se vio forzado a salir tras el escándalo provocado por un chat privado en el que se hacía comentarios homófobos y misóginos, Rosselló designó secretario de Estado al veterano Pedro Pierluisi.
Pero la salida de Rosselló y el ascenso de Pierluisi no trajeron de vuelta la estabilidad que La Fortaleza perdió desde inicio de julio.
Aunque el nuevo gobernador pasó por estrecho margen el voto de la Cámara de Representantes, este viernes seguía sin contar con el visto bueno del Senado, que inicialmente anunció que analizaría su candidatura el próximo miércoles y luego lo adelantaron para el lunes.
De ahí que en su primera conferencia de prensa como gobernador, el abogado indicó que, en caso de que el Senado no lo apruebe como «secretario de Estado», se retiraría y dejaría el cargo en manos de la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, segunda en la línea de sucesión.
Con la renuncia de Rosselló ya anunciada para este viernes, el gobernador se acogió a una enmienda de 2005 en una ley de 1952 para justificar que el secretario de Estado designado puede asumir como gobernador aunque no haya sido confirmado por ambas cámaras.
La transición, sin embargo, generó cuestionamientos entre los sectores críticos del gobierno que consideran que el nombramiento es inconstitucional, por lo que su toma de posesión podría llevar a un cuestionamiento legal.
Entre los principales oponentes ha estado el mismo jefe del Senado, Thomas Rivera Schatz, que también aspiraba a la secretaría de Estado y, por tanto, a la gobernación.
Turbulenta sucesión
Los cuestionamientos de Pierluisi parten del hecho de que cuando Rosselló anunció su renuncia, estaba vacante el puesto de secretario de Estado, llamado en la Constitución a asumir la gobernación.
Y es que quien había sido el titular del cargo, Luis G. Rivera Marín, también había renunciado por su participación en los chats que desataron la crisis.
El siguiente en la línea de sucesión es el titular de la Secretaría de Justicia. Y fue por eso que el propio Rosselló, al anunciar su dimisión, dijo que la gobernadora sería Wanda Vázquez.
Pero la secretaria de Justicia no goza de popularidad entre quienes habían marchado y conseguido la renuncia de Rosselló, así que las críticas no se hicieron esperar.
Vázquez no tardó en decir públicamente que no quería ser gobernadora.
Por lo pronto, Puerto Rico tiene finalmente un nuevo gobernador.
¿Quién es el nuevo gobernador?
Nacido en 1959, Pierluisi estudió historia en la Universidad de Tulane y luego hizo un doctorado en jurisprudencia en la Universidad George Washington, también en Estados Unidos, país en que trabajó después como abogado hasta la década de 1990.
Fue entonces cuando Pedro Rosselló González lo llamó de vuelta a la isla y le encargó la secretaría de Justicia.
Tras el fin del gobierno de Rosselló González, Pierluisi comenzó a trabajar para una reputada firma de abogados hasta que en 2008 fue elegido comisionado residente en Washington, el único representante -sin voto- que tiene Puerto Rico ante el Congreso de EE.UU.
En 2013, luego de que el entonces gobernador Luis Fortuño fuera derrotado en la carrera por la reelección, Pierluisi tomó las riendas del PNP y se lanzó poco después a la carrera como gobernador, aunque perdió las primarias con el hijo de su antiguo jefe: Ricardo Rosselló.
Entonces, se salió de la escena política hasta que la crisis del último mes lo volvió a mostrar como uno de los posibles sucesores.
En algunos círculos de Puerto Rico se barajaba desde hace días su nombre y, en otros, se recordaba los señalamientos que también lleva desde hace algunos años en sus espaldas.
¿Por qué también es polémico?
En 2016, una investigación de The New York Times señaló a Pierluisi por un supuesto conflicto de intereses durante su labor legislativa, algo que el abogado negó.
De acuerdo con el reporte, clientes de la esposa de Pierluisi habrían sido parte de varias corporaciones que invirtieron en bonos de Puerto Rico, en un momento en que el Congreso de Estados Unidos discutía legislación para atender la crisis fiscal de la isla.
El artículo señaló además que las riquezas de la familia del abogado se habían multiplicado casi 30 veces durante su gestión como comisionado.
Tras su nominación este miércoles, políticos y medios puertorriqueños apuntaron a otros posibles conflictos de intereses dado Pierluisi trabajó como asesor de la Junta de Gobernación Fiscal de la isla, el polémico ente de control fiscal impuesto por EE.UU. en 2016.
Son, de hecho, sus supuestos vínculos con la junta y con la familia Rosselló lo que más malestar ha generado en las redes sociales de Puerto Rico, entre quienes lo ven como un «heredero» del gobierno saliente y sus falencias.
Pierluisi, por su parte, anunció que solo pretende gobernar hasta que termine el actual mandato el año próximo y que no tiene intereses en presentarse a una reelección.
«Mi meta es ahora convertir esa energía que nuestra gente ha demostrado en acciones constructivas que echen a Puerto Rico hacia adelante», escribió.
*Cortesía de BBC