Roger Federer lo logró
No hablamos de su octavo título en Wimbledon, conseguido el domingo, o de los 19 Grand Slams, ni de ninguno de los récords que ha logrado a lo largo de su brillante carrera.
Lo que alcanzó el tenista suizo, de 35 años, no se puede cuantificar, pero puede que sea el premio de mayor valor que haya conseguido.
Su trascendencia es que es indiscutido. De hecho nos cuesta recordar el nombre de otro deportista que haya conseguido un consenso a su grandeza de manera tan unánime.
Federer se trata del mejor tenista masculino de todos los tiempos y eso es algo que nadie pone en duda o puede cuestionar.
Hasta los más fervientes seguidores del español Rafael Nadal, su archirrival deportivo, reconocen que lo hecho por Federer sólo se puede entender en una dimensión que sobrepasa la admiración que genera su juego.
Por algo el tenista suizo ha sido elegido como el tenista más popular por los aficionados durante los últimos 14 años y puede presumir de poseer una legión de seguidores para quienes su devoción por Federer va más allá del deporte mismo.
Para ellos no se trata solamente del Federer jugador, sino también en sus versiones de papá, esposo, bromista, elegante, sentimental o en cualquier otra en cualquier otro rol que le toca interpretar.
De allí que su monograma RF sea ya una marca registrada.
Federer reconoció que el reconocimiento de los aficionados tuvo un valor especial el año pasado, cuando dio por terminada su temporada tras caer en semifinales en Wimbledon y no haber clasificado a su primera final del torneo de maestros desde 2002.
Pero si hubo algo especial en su triunfo en Wimbledon este año fue que lo hizo por primera vez enfrente de sus cuatro hijos. «Fue algo importante para mi, ver a mis cuatro hijos viendo desde el palco, con su papá recibiendo el trofeo en un escenario tan especial».
¿El mejor?
Estos son los argumentos que presentan quienes consideran a Federer como el mejor deportista de todos los tiempos, un debate que volvió a surgir tras el triunfo de Federer en la catedral del tenis.
El problema es que parece imposible establecer los parámetros para decantarse por deportistas de modalidades tan diversas y de épocas tan diferentes.
Además de que está el hecho de la memoria selectiva que suele imperar en estos casos, donde la experiencia personal le otorga una dosis de subjetividad a la selección.
Pero lo cierto es que hay datos y hechos que inclinan la balanza en favor del tenista suizo en comparación con otros grandes deportistas que ha dado la historia.
El hecho de que Federer no sea discutido como el más grande de su deporte lo coloca en un nivel por encima de cualquiera de los mejores futbolistas que ha dado el deporte más popular del planeta.
Están los que defienden al brasileño Edson Arantes do Nascimento, Pelé, pero dado que su récord de goles se remonta a una época de blanco y negro le ha permitido a otros jugadores a reclamar su trono.
Uno es el argentino Diego Armando Maradona, a quien se valora por lo hecho en la cancha -en especial su actuación en la Copa del Mundo de México 86- pero se critica por su vida fuera de ella.
También están el argentino Lionel Messi o el portugués Cristiano Ronaldo, pero hasta que no se defina cuál de los dos ha sido el más grande en su época será difícil calificarlos como el más grande de todos los tiempos.
Sin embargo, en otros deportes sí surgen nombres que suelen ser mencionados en el debate junto a Federer.
USAIN BOLT
El velocista jamaiquino ha sido el hombre más rápido que jamás ha existido sobre la faz de la Tierra, poseedor de los récords mundiales de 100 metros y 200 metros planos.
Ocho veces medallista de oro olímpico -tras la que le quitaron por el dopaje de un compañero en el relevo 4×100 en Pekín 2008-, Bolt ha sido sin duda la gran estrella del atletismo.
Junto a Federer, Bolt es el único deportista en ganar en cuatro ocasiones los premios Laureus que distingue al mejor deportista del año.
MICHAEL PHELPS
El nadador estadounidense es el deportista olímpico más laureado de la historia, con 23 medallas de oro en su haber.
Pero su dominio no ha tenido tanta trascendencia más allá de las Olimpiadas o de la misma piscina, tal vez perjudicado por algunos problemas que ha tenido en su vida.
Phelps es el más grande nadador que ha existido, pero ni su colección de medallas le ha permitido superar a Bolt en las votaciones en los años olímpicos.
MICHAEL JORDAN
En el baloncesto se habla de una época antes y después de la estrella de los Chicago Bulls, ganador de seis anillos de campeón de la NBA y dos medallas de oro olímpicas.
Jordan es considerado como la primera gran superestrella comercial del deporte, basado en su relación con la marca deportiva Nike, y para muchos es el mejor jugador de baloncesto de la historia.
Pero hay quienes dudan de su reinado y se decantan por otros jugadores como Wilt Chamberlain.
SERENA WILLIAMS
La menor de las hermanas Williams lo ha ganado todo en el tenis y es la jugadora con más títulos de Grand Slam en la era moderna (23).
Su vida deportiva ha ido en paralelo a la de Federer en el circuito de tenis, sumando títulos con más regularidad que su contraparte masculina.
Pero si hay algo en lo que Serena no ha podido igualar a Federer es en la popularidad del tenista suizo.
MOHAMED ALÍ
El impacto que tuvo el legendario boxeador fue más importante fuera del cuadrilátero que dentro de él y fue escogido a las puertas del milenio por la BBC como el deportista del siglo.
Triunfó en el ring, pero también se trató de un personaje polifacético que combinó el boxeo con la lucha política, la religión y un sentido del humor singular.
Su muerte el año pasado enlutó a todo el mundo del deporte, que lloró el adiós de uno de sus mejores representantes.