A la colombiana Luisa Fernanda Buitrago le tocó pagar caro el tatuaje que por unos 13 dólares se hizo dos años atrás, mientras estaba embarazada, pues sufrió una infección que la llevó a perder su bebé y la dejó a ella en silla de ruedas.
La falta de asepsia en el proceso le contagió una bacteria que afectó su médula espinal y el nervio ciático.