Washington.- El fallo del Tribunal Supremo de Alabama, que determinó que los embriones congelados deben ser considerados «niños» no nacidos, ha provocado incertidumbre en todo Estados Unidos por las consecuencias que podría tener para el acceso a la fecundación ‘in vitro’.
El asunto, además, podría impactar de lleno en las elecciones de noviembre, en las que el presidente demócrata Joe Biden ve el acceso al aborto como clave para su victoria mientras que el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) y su rival para la nominación, Nikki Haley, intentan buscar un equilibrio para no alejar a los votantes independientes.
Estas son las claves para entender el fallo del Tribunal Supremo de Alabama y sus consecuencias.
¿Qué dijo el Tribunal Supremo de Alabama?
El Tribunal Supremo de Alabama emitió el viernes un fallo, sin precedentes, en el que estableció que los embriones congelados son «niños» y determinó que quienes destruyen un embrión congelado pueden ser considerados responsables de su muerte.
«Los niños no nacidos son ‘niños’, sin excepción por su estado de desarrollo, lugar geográfico o cualquier otra característica secundaria», se puede leer en el fallo del tribunal.
En parte, los jueces fundamentan su decisión en el lenguaje antiaborto agregado a la Constitución estatal en 2018, que establece que «la política del estado es garantizar la protección de los derechos del niño no nacido».
Este lenguaje adquirió un nuevo significado después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos revocara, en junio de 2022, la sentencia ‘Roe contra Wade’, que desde 1973 protegía a nivel federal el derecho al aborto, abriendo así la puerta a que cada estado establezca sus propias normas.
Justo después de que el Supremo revocara ‘Roe contra Wade’ entró en vigor en Alabama una ley que prohíbe por completo el aborto y no contempla excepciones ni por violación ni por incesto.
¿Qué significa para la fecundación ‘in vitro’?
Los centros médicos de Alabama han reaccionado con cautela a la decisión del Tribunal Supremo estatal y, ante la incertidumbre que ha generado el fallo, dos clínicas de fertilidad han suspendido parte de sus programas de tratamiento de fecundación ‘in vitro’.
El mayor hospital de Alabama incluso advirtió que pausará las fecundaciones ‘in vitro’ ante la posibilidad de que pacientes e incluso médicos puedan ser procesados penalmente si acaban con alguno de los embriones congelados.
En los tratamientos de fecundación ‘in vitro’ se extraen múltiples óvulos y se fertilizan en un laboratorio. Posteriormente, el óvulo fertilizado se implanta en la paciente, mientras que los otros se mantienen congelados para un posible uso futuro.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), el 2 % de los niños en Estados Unidos nacen mediante tecnología de reproducción asistida, incluida la fecundación ‘in vitro’.
Organizaciones defensoras del derecho al aborto han criticado el fallo y han expresado temor de que ahora otros estados conservadores intenten prohibir la fecundación ‘in vitro’, algo que el movimiento contra el aborto lleva intentando hacer desde hace años.
¿Cómo reaccionó Biden?
Biden calificó de «escandaloso e inaceptable» el fallo del Tribunal de Alabama y consideró que supone un «desprecio» a la capacidad de las mujeres para tomar decisiones por sí mismas.
El mandatario, además, consideró que el fallo es «resultado directo» de la revocación de las protecciones al aborto que estableció durante medio siglo el fallo ‘Roe contra Wade’.
La campaña de Biden, que opta a la reelección en noviembre, espera que las restricciones al aborto movilicen a la base demócrata e influyan en los votantes independientes.
Ese asunto ya ayudó a los demócratas a obtener mejores resultados de lo esperado en las elecciones de medio mandato de 2022, en las que perdieron la Cámara Baja de EE.UU. pero lograron retener el control del Senado.
¿Y los republicanos?
Trump, favorito para ser el candidato presidencial republicano, no se ha pronunciado públicamente sobre el fallo de Alabama y ha preferido guardar silencio ante un tema que despierta pasiones entre la base más religiosa del partido, pero que podría jugar en su contra con los votantes más moderados.
Nikki Haley, la única candidata que queda para disputar el liderazgo a Trump, sí se pronunció sobre el fallo el miércoles en una entrevista en la cadena NBC, donde afirmó que, para ella, los embriones son «bebés».
Sus comentarios desataron una gran controversia, por lo que luego intentó matizarlos y este jueves, en una entrevista en CNN, reconoció que no puede quitarse a las mujeres su capacidad para acceder a tratamientos como la fecundación ‘in vitro’.