
Santo Domingo.- Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora el 19 de octubre, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha lanzado la campaña “Nos lo tomamos a pecho”, protagonizada por pacientes y allegados que buscan dar voz a lo que muchas sienten: falta de comprensión por parte de su entorno, minimización del impacto por parte de algunos médicos y simplificación de la enfermedad en campañas mediáticas.
En el eje central de la iniciativa, un vídeo muestra a familiares y amigos dirigiéndose a las pacientes:
- “Me tomo a pecho la angustia, el estrés y la ansiedad que os acompañan”.
- “Me tomo a pecho que, a pesar del miedo, muchas veces eras tú la que nos animabas a todos”.
Con frases cargadas de emoción, los allegados expresan empatía y reconocimiento hacia quienes viven y sobreviven al cáncer de mama.
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Datos y cifras del cáncer de mama en España
De acuerdo con estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en 2025 se diagnosticarán 37.682 casos de cáncer de mama, un 1 % en hombres. Gracias a los avances médicos, la supervivencia alcanza el 85 %.
Sin embargo, la AECC advierte que esta larga supervivencia no está exenta de secuelas físicas, emocionales y sociales que requieren una respuesta integral desde el sistema de salud y las instituciones.
Un estudio del Observatorio del Cáncer señala que:
- El 65 % de las pacientes tiene miedo frecuente a la recaída.
- El 57 % se preocupa por su aspecto físico.
- El 36 % percibe mala calidad de vida.
- El 46 % reporta problemas en su salud sexual y el 55 % evita la actividad íntima.
- 1 de cada 4 mujeres enfrenta dificultades económicas durante el proceso.
Atención y acompañamiento
En 2024, la AECC atendió a 23.357 personas afectadas por cáncer de mama, de las cuales 20.080 eran pacientes. El 67 % recibió atención psicológica, el 39 % apoyo social y el 25 % orientación médica y rehabilitación. Todos los servicios de la asociación son gratuitos y accesibles a través del teléfono 900 100 036, disponible las 24 horas del día.
Emociones y resiliencia
La campaña se complementa con la iniciativa “Ni somos de piedra ni estamos solas”, impulsada por Lilly, con la colaboración de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) y el aval de sociedades médicas como la SEOM, GEICAM y SOLTI.
Además, el documento “Universo de las emociones en alto riesgo de recaída y metástasis en cáncer de mama” identifica las 12 emociones más frecuentes en estas pacientes, entre ellas la angustia, la injusticia y la impotencia, así como recomendaciones para gestionarlas.
La psicooncóloga Marta de la Fuente señala que cada vivencia es “personal e intransferible”, aunque ciertas emociones se repiten en fases avanzadas. “El cáncer obliga a replantear prioridades, y muchas pacientes descubren una versión más fuerte de sí mismas”, destaca.
El documento también explica los pensamientos asociados a cada emoción; por ejemplo, el miedo se suele asociar a “no quiero sufrir” y la angustia a “¿y si soy un carga para mi entorno?”.
Entre los consejos recomienda no alimentar el miedo con pensamientos anticipatorios, sino centrarse en el momento presente, mientras que si aparece enfado sugiere “expresarlo de forma respetuosa y no acumular la rabia internamente”.
El director del Área Médica de Oncología de Lilly España, Alejo Cassinello, ha contado que este trabajo sirve para reconocer y abordar las emociones individuales y para promover “espacios seguros de escucha y acompañamiento” que contribuyan a su bienestar.
A su vez, la presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), Antonia Gimón, ha resaltado que esta enfermedad “tiene un fuerte impacto emocional y social, especialmente en situaciones de alto riesgo de recaída o de metástasis”.
¿Por qué se puede romper la bolsa amniótica antes de tiempo?
“Pero existen otras muchas causas, menos frecuentes, como el procedimiento invasivo de la amniocentesis, el adelgazamiento de las capas que componen estas membranas amnióticas o, simplemente, por el exceso de líquido amniótico en la bolsa (polihidramnios)”, expone.
“Aún así, nuestra alerta debe ser especial si el motivo es la infección, puesto que el objetivo del tratamiento estará enfocado a impedir el contagio del resto de estas membranas, de la placenta, del útero y, por supuesto, del propio feto”, asegura el también presidente de la seNeo.
De hecho, las infecciones microbianas muy graves, corioamnionitis, se asocian hasta un 35 % de roturas prematuras de las bolsas amnióticas.
Cuando se diagnostica una rotura prematura de las membranas se está describiendo la pérdida de integridad de la bolsa amniótica que sucede antes de la 37 semana de la gestación, cuya duración aproximada es de 40 semanas, contadas a partir de la última menstruación de la mujer embarazada.
“La gestación y desarrollo del bebé es un proceso que en general evoluciona de forma satisfactoria, en las mejores condiciones posibles, salvo en algunos momentos, donde pueda haber alteraciones en su curso normal”, recuerda el Dr. Sánchez Luna.
Tanto es así que la medicina académica y clínica tenía muy claro que el entorno amniótico del bebé se consideraba un medio completamente libre de gérmenes.
“Hoy en día, sin embargo, tenemos dudas, puesto que realmente existen ciertos componentes microorgánicos que conviven de manera amistosa en el ambiente amniótico, fomentando, muchas veces, el origen de una microbiota destinada al feto”, destaca.