Como sociedad, estamos viendo, sin prestarle importancia alguna, a muchos acontecimientos que en muy breve lapso, podrían degenerar en graves inconvenientes, pero estos al parecer importa nada o muy poca cosa, incluso a la mayoría de los que intervienen en una posible solución, lo que deja mucho que desear, porque es muestra de una irresponsabilidad olímpica.

Esa situación de insensatez, o posiblemente de incompetencia, debe llamar a la reflexión de todo el país.
Parece ser, de acuerdo a como están transcurriendo los acontecimientos, que sucesos como los que se registran en el seno del Comité Olímpico, que de no buscar rápida solución, provocarán, sí o sí , graves inconvenientes.

Es muy posible, tal y como advirtió hace unos días, el exsecretario de Deportes, Cristóbal Marte, que al país le ocurra en las Olimpiadas de París 2024, lo mismo que sucedió con Guatemala, cuyos atletas no pudieron portar su bandera ni escuchar su himno nacional, en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, por violaciones que cometió su comité olímpico.

Entiendo que los dominicanos no nos podemos dar ese “lujo”, por la carencia de responsabilidad y formalidad de un grupo minúsculo.

Si la solución para resolver el problema, es la dimisión de todo el Comité Ejecutivo del COD, pues que se vayan todos para sus casas sin ningún tipo de contemplaciones.

Ya está bueno de que se continúe jugando y relajando con tanta incompetencia en ese organismo, el cual nunca antes había experimentado una problemática tan peligrosa.
Es hora de que la sociedad dominicana no sea tan contemplativa ante casos que la afecta en todo su conunto. Que se vayan!