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¿Qué pasa si guardas agua mucho tiempo en botellas plásticas? riesgos y consecuencias

AP Por AP
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📷 Aunque el agua embotellada no se deteriora con el tiempo, las fechas de caducidad impresas en los envases han generado dudas entre los consumidores.

Santo Domingo.- Aunque el agua embotellada no se vence, las fechas impresas en sus envases han generado dudas entre consumidores.

¿Por qué existe entonces una fecha de caducidad? El verdadero riesgo no está en el agua, sino en las botellas plásticas que, con el tiempo, pueden liberar sustancias que alteran su calidad.

Aquí te explicamos lo que debes saber para consumirla de forma segura

Aunque el agua embotellada no se deteriora con el tiempo, las fechas de caducidad impresas en los envases han generado dudas entre los consumidores. ¿Por qué aparece una fecha de vencimiento en un producto que, en teoría, no expira?

Según un estudio publicado en Live Science, el agua en sí no contiene componentes orgánicos como azúcares o proteínas que puedan descomponerse, lo que la hace resistente al deterioro. Sin embargo, el problema no radica en el líquido, sino en el envase que lo contiene: las botellas plásticas.

Con el paso del tiempo, estos envases pueden liberar sustancias químicas que alteran el sabor, el olor e incluso la calidad del agua.

Más del 97 % del agua embotellada se comercializa en botellas de plástico, según la International Bottled Water Association (IBWA), y este material es ligeramente poroso. Esto permite que gases del entorno como vapores de solventes o combustibles puedan filtrarse y modificar sus características.

Además, aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no establece una vida útil para el agua embotellada siempre que se almacene adecuadamente, sí reconoce que el deterioro del plástico puede liberar microplásticos y otros compuestos potencialmente nocivos para la salud.

La inclusión de fechas de caducidad responde más a regulaciones gubernamentales y necesidades logísticas que a un criterio científico.

En muchos países, las leyes exigen que todo producto alimenticio, incluidos los líquidos, tenga una fecha de vencimiento.

Las empresas cumplen con esta normativa para evitar sanciones, y a la vez se protegen legalmente: si el agua almacenada durante años presenta un sabor desagradable, el fabricante puede atribuirlo a una mala conservación posterior a la fecha sugerida.

Estas fechas, además, permiten rastrear lotes en caso de errores en el proceso de embotellado o contaminación, ya que suelen formar parte de un código que también indica la planta de origen y la fecha de producción.

Un ejemplo significativo se dio en Nueva Jersey, donde en 1987 se impuso una regulación que obligaba a incluir una fecha de vencimiento de dos años en el agua embotellada.

Aunque la medida fue derogada por falta de sustento científico, su impacto provocó que muchas compañías adoptaran esta práctica como norma.

Para conservar el agua en buenas condiciones, los expertos recomiendan almacenarla en lugares frescos, lejos de la luz solar directa, productos químicos o fuentes de calor, ya que las altas temperaturas aceleran la degradación del plástico.

Aunque el agua embotellada no caduca, su envase sí puede comprometer su calidad con el tiempo. Por ello, más allá de la fecha impresa, es importante prestar atención al estado del envase y a las condiciones de almacenamiento.

No obstante, el agua sigue siendo esencial para la salud: contribuye a la hidratación, regula la temperatura corporal y facilita la eliminación de toxinas, entre muchos otros beneficios.

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