Qué hacemos con usted, señor ego

Qué hacemos con usted, señor ego

Qué hacemos con usted, señor ego

Mayra de Peña

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
 
Muchas veces pienso en la naturaleza humana y en verdad me hablo a mi misma en lo tocante a que definitivamente veo la gente manejarse, -y los hay de todo ¨nivel¨, porque así es que se estila, depende de tu estatus para entrar en ciertas categorías¨- y no me lo creo, y es que tal como lo dice la Palabra de Dios, ¨de tanto creerse sabios nos hacemos necios¨. 
 
Los que tenemos la vivencia de permitir que Dios dirija nuestras vidas y hemos sido tocados por la vida de Jesús, vemos el escenario, como si miráramos desde el palco y con mucha tristeza, damos gracias a Dios porque hemos entendido la plenitud de llevar el yugo de Jesús, una carga ligera, porque precisamente quien la tiene y nos ofrece cambiarla por la nuestra,  es manso y humilde de corazón, no es vanidoso, no es orgulloso, tiene sabiduría…entiende que todo es por un tiempo y prestado, pero sobre todo es bien aterrizado, que les digo, existe desde antes de la fundación del mundo.
 
Tenemos casi 8 meses de pandemia, más de un millón de afectados, trescientos mil fallecidos, de todas clases sociales, razas y edades, hemos visto cómo se nos acabó el hacer planes, ni siquiera a corto plazo, pero no he percibido grandes cambios en la conducta humana, definitivamente, no hemos aprendido la lección.
 
El asunto es así, tengo una oportunidad de tener algo, estar en posiciones de servicio y mi señor Ego ciega mis mejores oportunidades de dejar huellas indelebles, que al final es lo que queda en el transitar de cada persona.
 
Dios nos quiere enseñar, pero no queremos aprender, y el Señor Ego en su vanidad cree que se está llevando el mejor pedazo del pastel y es que la vanidad lo ciega, en su interés de protagonismo y su inmediatez,  no observa lo suficiente y no se da cuenta que lo  mejor del pastel no está en su decoración.
 
Asimismo transcurre su vida, el Señor Ego por no querer bajar, según sus estándares al nivel de los otros mortales deja de vivir los mejores momentos, ésto le impide disfrutar de ser luz en medio de las tinieblas, rocío en tiempo de calor asfixiante, de sonreír a otros  y cambiar la actitud de su prójimo, de reír a carcajadas y disfrutar sin temor a que lo consideren iguales… no se da cuenta, pero al final no es feliz y desperdicia la oportunidad de gozar de la alegría de vivir, pero sobre todo, desaprovecha la oportunidad cada día,  de hacerlo bien.
 
Creo que nos falta mucho por aprender, y lamentablemente el aprendizaje no será con lazos de amor, porque el Señor Ego es de dura cerviz.
 
Mientras, los que lo hemos vencido,  continuemos emulando a Jesús y cada día veremos los frutos de la vida en plenitud…aunque no nos detenemos a pensarlo, ella no es tan larga, aprovechémosla.


Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

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