SANTO DOMINGO.- El encaje legal es una herramienta clave en la política monetaria que los bancos centrales utilizan para regular la liquidez y estabilidad del sistema financiero. Este concepto se refiere al porcentaje mínimo de los depósitos que las entidades financieras deben mantener como reserva en el banco central y no pueden usar para otorgar préstamos o realizar inversiones.
En términos simples, el encaje legal actúa como un «colchón de seguridad» para los bancos y el sistema financiero. Al garantizar que una parte de los depósitos permanezca inmovilizada, se reduce el riesgo de insolvencia frente a retiros masivos o crisis económicas.
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¿Cómo funciona?
Supongamos que el banco central de un país establece un encaje legal del 10%. Esto significa que si un banco comercial recibe depósitos por 1 millón de dólares, debe mantener 100,000 dólares como reserva en el banco central. El resto, 900,000 dólares, puede ser usado para otorgar créditos o invertir.
Cuando el banco central incrementa el encaje legal, limita la capacidad de los bancos para prestar dinero, lo que reduce la cantidad de dinero en circulación y puede frenar la inflación. Por el contrario, si lo reduce, los bancos pueden prestar más, estimulando la actividad económica.
Impacto en la economía
El encaje legal no solo regula la liquidez, sino que también es una herramienta para influir en tasas de interés y controlar el crédito. En tiempos de crisis, ajustar este porcentaje puede ser una medida para proteger el sistema bancario.
Sin embargo, algunos economistas critican el uso excesivo del encaje legal como herramienta de política monetaria, argumentando que puede generar rigidez en los bancos e impactar negativamente en la economía real, especialmente en contextos de alta inflación o recesión.
En resumen, el encaje legal es un instrumento que garantiza estabilidad financiera y permite al banco central cumplir sus objetivos de política económica, aunque debe usarse con cautela para equilibrar crecimiento y estabilidad.