Estar cerca de un glaciar es una garantía de que tu ciudad no se inundará y no al revés, según los científicos de la NASA.
Nueva York tiene mucho de qué preocuparse por el derretimiento de los glaciares.
Aunque no todos suponen el mismo peligro para esta ciudad estadounidense.
Uno pensaría que aquellas masas de hielo que tiene más cerca —como los glaciares de Groenlandia— son las que representan una mayor amenaza.
Sin embargo, una nueva herramienta desarrollada por la NASA para predecir qué ciudades se verán afectadas por el derretimiento de distintas porciones de la capa de hielo en diferentes lugares, muestra que esto no es exactamente así.
No es así por una serie de factores que la herramienta incorporó en su modelo, como la influencia del movimiento de rotación de la Tierra y el efecto de la gravedad en la redistribución global del agua derretida.
Esto reafirma lo que científicos vienen diciendo desde hace tiempo: que el aumento del nivel de los océanos no será parejo alrededor del globo.
Efecto por ciudades
Creado por el Laboratorio de Propulsión a Jet de la NASA en California, Estados Unidos, la herramienta muestra «para cada ciudad, qué glaciares y qué capas y casquetes de hielo son de particular importancia», dicen los investigadores.
El estudio, publicado recientemente en la revista Science Advances, incluye un programa que permite ver la situación de 293 ciudades, entre las que se incluyen varias de América Latina, y para las que se especifica cómo el derretimiento de ciertos glaciares puede afectarlas.
«En momentos en que ciudades y países están empezando a diseñar estrategias para mitigar las inundaciones, hay que pensar en la situación en los próximos 100 años y evaluar los riesgos como lo haría una compañía de seguros«, señaló Erik Ivins, principal científico del proyecto.
Londres, por ejemplo, se vería afectada por el derretimiento del sector noroeste de la capa de hielo en Groenlandia, mientras que Nueva York debe temerle al derretimiento de toda la zona norte y este de la misma capa de hielo.
Tres factores clave
Según le explicó a la BBC Eric Larour, otro de los científicos del proyecto, hay tres procesos clave que influyen en la «huella del nivel del mar», como le llaman al patrón de cambio del nivel del mar en el mundo.
El primero es la gravedad.
«Estas (capas de hielo) son masas enormes que ejercen una atracción sobre el océano», dice Larour.
«Cuándo el hielo se encoge, la atracción disminuye y el mar se aleja de esa masa», añade el investigador.
Esto explica por qué el nivel del mar decrece de hecho cerca de un gran cuerpo de hielo que ha perdido masa.
Desde esta perspectiva, es más seguro, por ejemplo, vivir cerca de una gran masa de hielo que se está derritiendo que más lejos (según el modelo, Oslo y Reykjavik, que están cerca de Groenlandia, verán una disminución del nivel del mar con el derretimiento de sus glaciares y no un aumento).
Otro factor además de la gravedad, es que el suelo bajo la capa de hielo que se derrite se expande de forma vertical, después de haberse comprimido anteriormente por el peso del hielo.
El último elemento es la rotación del planeta.
«A medida que el planeta gira y tambalea y cambian las masas en su superficie, este balanceo también se modifica. Y eso, a su vez, redistribuye el agua alrededor de la Tierra», señala Larour.
Al incorporar todos estos elementos en el modelo de predicción, «podemos calcular la sensibilidad exacta —para una ciudad específica— del nivel del mar en relación a cada masa de hielo del mundo», agregó el investigador.
«La gente puede estar ansiosa por entender cómo estos grandes y complicados procesos globales pueden afectarlos», dice otro miembro del equipo, Surendra Adhikar.
«Con esta herramienta, pueden ver el impacto en su propia ciudad».