Durante la reunión también se iniciarán los trámites para que Bielorrusia se una en el futuro a estos nueve países, mediante la firma de un memorando de compromiso.
Nueva Delhi.- Los líderes de los países que integran la Organización de la Cooperación de Shanghai (OCS), entre ellos Rusia, China y la India, se encontrarán este martes de forma virtual en la que será la primera cumbre en la que participe el presidente ruso, Vladímir Putin, tras la fallida rebelión del grupo de mercenarios Wagner.
El encuentro, que está presidido por la India, prevé abordar los principales desafíos en materia de seguridad y la amenaza del terrorismo en Asia Central, y formalizar la adhesión de Irán como miembro de la OCS, actualmente compuesta por Rusia, China, la India, Pakistán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Durante la reunión también se iniciarán los trámites para que Bielorrusia se una en el futuro a estos nueve países, mediante la firma de un memorando de compromiso.
La cumbre espera ser especialmente relevante para Rusia, como escenario para medir el apoyo de sus aliados más próximos en medio de la guerra contra Ucrania y el ruido todavía latente de la fallida rebelión encabezada por el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que vivió el país hace 10 días.
Además de calibrar el compromiso hacía Moscú, la OCS también supone una oportunidad para examinar el estado de la relación entre la India y China, que se ha deteriorado en los últimos años a raíz de fricciones en su frontera.
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El peor de estos episodios recientes se produjo en junio de 2020 cuando una serie de enfrentamientos entre las tropas de ambos países en el valle de Galwan, ubicado en el Himalaya occidental, se saldó con la muerte de al menos 20 soldados indios y otros 76 heridos, mientras que Pekín reconoció cuatro muertos y un herido de gravedad.
En lo que respecta a su relación con Rusia, ambas naciones han evitado condenar la invasión rusa de Ucrania pese a las presiones de Occidente, aunque fue precisamente en la cumbre de la OCS del año pasado cuando por primera vez el primer ministro indio, Narendra Modi, llamó a Putin a terminar el conflicto.
A las hostilidades con China se suma la inamistosa relación que la India mantiene con la vecina Pakistán y que se evidenció en la pasada reunión de ministros de Exteriores de la OCS el pasado mayo en la ciudad costera de Goa. Ambas potencias nucleares mantuvieron un mínimo contacto y se negaron a tener conversaciones bilaterales entre las tensiones por su disputa de Cachemira y las acusaciones de promover el terrorismo transnacional.
La OCS, de la que la India forma parte desde 2017, es una entidad euroasiática de carácter político, económico, de seguridad y defensa integrada por ocho Estados miembros, y cuatro observadores- Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia; y seis asociados- Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía.
Desde su creación en 2001, la OCS se ha centrado principalmente en cuestiones de seguridad regional, la lucha contra el terrorismo regional, el separatismo étnico y el extremismo religioso.